Detrás de una creciente demanda de los consumidores en alimentos que prevenga las enfermedades y obtener nuevos productos con mayor calidad funcional, fue investigado los posibles efectos inmunomoduladores de Lactobacillus plantarum WCFS1 y Lactobacillus plantarum CECT 8328.
Las bacterias ácido lácticas (BAL) se utilizan tradicionalmente para obtener alimento fermentado a partir de diferentes materias primas, por ejemplo, leche, verduras, cereales y productos cárnicos.
Además, varias cepas de LAB son capaces para conferir beneficios para la salud de los seres humanos, presentando como probióticos, por ejemplo, el refuerzo de la barrera epitelial intestinal, la reducción de las alergias, el antagonismo contra los patógenos y la modulación de tejido linfoide asociado al intestino (GALT) inmune actividad.
El sistema gastrointestinal humano cumple la importante función de la digestión y la absorción de las moléculas ingeridos a través de la dieta requerida para el crecimiento y actividad de las células. Por lo tanto, es el principal enlace entre los tejidos humanos y los factores externos, como los alimentos y los microorganismos.
El sistema gastrointestinal humano actúa también como un componente central del sistema inmune, realizar tanto la función de una barrera física y la producción de diferentes tipos de mediadores inmunes, es decir ., citoquinas, que tienen la función de iniciar, sostener y modulación de la respuesta inmune contra lesión, ataques microbianos y otros estímulos antagónicos.
Sin embargo, la homeostasis inmune, que es el mantenimiento de una relación bien equilibrada entre los procesos de pro- y anti-inflamatorias, puede verse comprometida, en particular las enfermedades intestinales inflamatorias, tales como la enfermedad de Crohn (EC) y colitis ulcerosa ( UC), en el caso de condiciones de estrés, en las enfermedades alérgicas y debido a factores de envejecimiento.
Algunos componentes de la dieta se ha demostrado para modular y / o mantener la homeostasis inmune. Del mismo modo, una de las medidas más importantes sobre el sistema inmunitario intestinal de bacterias probióticas es la capacidad de influir en los genes que codifican para citoquinas, que afecta a la función de varios parámetros inmunológicos por inmuno-estimulación y / o acción de inmunomodulación.
Haller et al . demostraron que una cepa de Lactobacillus sakei fue capaz de inducir el nivel transcripcional de genes que codifican para citocinas pro-inflamatorias, es decir ., IL-1β, IL-8 y TNF inductor de apoptosis-α.
Asimismo, Lactobacillus helveticus y Lactobacillus acidophilus se han demostrado tener la capacidad para mejorar la producción de citoquinas IL-6 por las células epiteliales intestinales.
Por otra parte, Grimoud et al . demostraron que las propiedades anti-inflamatorias de varias bacterias probióticas, incluyendo cepas de Bifidobacterium bifidum , Lactobacillus acidophilus , Lactobacillus lactis y Lactobacillus plantarum , y fueron capaces de reducir la secreción de IL-8 en células intestinales estimuladas.
Detrás de una creciente demanda de los consumidores en alimentos que prevenga las enfermedades, la investigación realizada por Mattia P. Arena, Graziano Caggianiello y sus colegas del Departamento de Ciencias Ambientales de Agricultura, Alimentación y de la Universidad de Foggia, en Italia sobre los microorganismos con características tanto tecnológicos como probióticos se ha incrementado en los últimos años, con el objetivo de desarrollar nuevos productos con mayor calidad funcional.
El objetivo del estudio fue investigar los posibles efectos inmunomoduladores de Lactobacillus plantarum WCFS1 y Lactobacillus plantarum CECT 8328 cepas inoculadas en yogur fermentada con Lactobacillus delbrueckii ssp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus .
Las diferencias en términos de pH, el contenido de ácido láctico, grasas, proteínas, caseína, las fracciones de nitrógeno y los perfiles de péptidos se evaluaron en el yogur durante el almacenamiento a 4 ° C. Además, se llevó a cabo el análisis microbiológico de 7, 14, 21 y 28 días yogures almacenados con el fin de controlar la capacidad de las cepas de persistir en el producto lácteo durante un período simulado de la vida útil. Por último, la capacidad de las cepas Lactobacillus probadas para sobrevivir en el tracto digestivo humano y sus efectos sobre el nivel transcripcional de varios genes implicados en la respuesta inmune estimulada por LPS usando monocytoid células THP- se analizó.
Utilizamos dos cepas de L. plantarum para producir yogur con el fin de analizar sus características tecnológicas y probióticos, centrándose en la capacidad potencial inmunomodulador.
Los yogures obtenidos mostraron que tienen:
(i) un perfil químico similar a la del yogur control en términos de ácido láctico, fracciones de nitrógeno y el contenido de grasa;
(Ii) un perfil diferente del contenido de péptido; y
(iii) una buena estabilidad de más de 28 días de almacenamiento.
Por otra parte, la viabilidad de las cepas inoculadas era persistente sobre la vida útil, y todas las cepas L. plantarum inoculadas en la matriz del yogur y fueron capaces de tolerar las condiciones de estrés orales, gástricas e intestinales.
La cepa, L. plantarum CECT 8328, tuvo un mejor desempeño en comparación con L. plantarum WCFS1. Por último, el análisis de la transcripción de genes implicados en la respuesta inmune mostraron que las bacterias probióticas estudiadas, posiblemente, tienen una influencia positiva en la inmunomodulación, y esta característica no se ve afectada durante el proceso de la digestión humana.
En resumen, la prueba de lactobacilos exhibió características tecnológicas adecuadas para la producción de yogur, y se sugiere que podrían ser utilizados como cepas inmunomoduladores de formular nuevos alimentos con efectos beneficiosos sobre la homeostasis inmune.
