Este consiste en separar de manera mecánica de desechos sólidos y capacitar al personal para que maneje de forma óptima los filtros para el tratamiento del agua y sepan cómo y cuándo efectuar la limpieza, todo con el fin de mejorar su producción. La propuesta está siendo implementada por estudiantes de Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Bogotá, en una planta de beneficio animal ubicado en Villavicencio.
El sistema de tratamiento químico de las aguas que tiene esta empresa no es eficaz, lo cual provoca que la carga de desechos en las aguas sea muy alta, es decir que están cumpliendo con las regulaciones vigentes, algo muy común en gran parte de los mataderos del país, lo cual los expone a sanciones y multas, e incluso al cierre definitivo de las plantas.
Andrea Vásquez Pulido, una de las estudiantes que ayudó a idear el proyecto, explica que dentro de las dificultades que tiene el matadero en el que ellos trabajan es que la aplicación de las normas está sujeta a la subjetividad de los productores, y en su mayoría no son implementables.
Por eso menciona que lo primero que hicieron fue un diagnóstico de la planta. Así, hallaron que uno de los mayores problemas es la gran cantidad de residuos sólidos que llegan a las aguas que están desechando.
Los estudiantes del grupo también destacan que con las adecuaciones propuestas no solo están ayudando a la planta sino a toda la población circundante, ya que el mal manejo provoca problemas de salud por la mala calidad del agua y el bajo nivel de vida por los olores desagradables.
Al respecto dicen que “la mayoría de las plantas de beneficio están ubicadas en veredas o municipios que no tienen recursos suficientes para contratar empresas de consultoría e ingeniería, ante lo cual nosotros quisimos ofrecer una solución económica y un acompañamiento integral”.
Cabe resaltar que el 90 % de las plantas de beneficio del país no cumplen con las regulaciones de disposición de aguas finales; el 47 % vierte sus aguas residuales directamente a un cuerpo de agua, al alcantarillado o a campo abierto; el 33 % no hace ningún uso de la sangre resultante de los procesos de sacrificio y faenado; el 57 % no cuenta con rubro presupuestal propio; y el 93 % de los mataderos son comunales.
Según cifras de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, el año pasado se produjeron en Colombia 1.478.924 toneladas de pollo sin vísceras en 88 plantas de beneficio animal.
En el proceso de sacrificio del pollo se generan los siguientes subproductos: materia fecal, plumas, sangre y vísceras, que impactan en las fuentes hídricas y en la calidad del aire. Debido a estas actividades económicas cada día se contaminan un millón de galones de agua en el país.
