Food News Latam - Food News Latam

Software potenciaría producción y calidad de la feijoa

Colombia Procesos / Envases

Un programa informático ayudará a predecir en qué fecha exacta podrá recolectarse la cosecha y de qué tamaño y sabor saldrán estos frutos, cultivados especialmente en los departamentos de Boyacá, Santander, Norte de Santander, Eje Cafetero y en la Sabana de Bogotá.

Gracias a un modelo matemático, los productores solo tendrían que introducir en el programa datos como la temperatura media registrada durante el cultivo y la altitud del terreno, además de la longitud y el diámetro de la feijoa, con el fin de calcular las variables mencionadas. Con esta información se proyectaría un inventario completo de la producción, señala Alfonso Parra Coronado, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

La iniciativa surgió a raíz de la inquietud de algunos cultivadores en torno a las notorias diferencias de las características de la feijoa cultivada en Tenjo y San Francisco de Sales, dos municipios de Cundinamarca ubicados a 2.580 y 1.800 msnm, respectivamente.

Según lo observado, las feijoas de San Francisco son más pequeñas y menos dulces que las de Tenjo, a pesar de que el manejo del cultivo es similar.
Esta situación llevó al profesor de la U.N. a determinar que las condiciones climáticas influyen en el desarrollo del fruto, por lo cual se requiere un manejo especial, de acuerdo con la altura del terreno en el que se cultiva.

Registros diarios

Según lo explicó el profesor Parra, para calcular en cuántos días saldrá la cosecha, se requiere una medida denominada “grados día de desarrollo” (o tiempo térmico), los cuales se determinan a partir de los registros diarios de temperatura media. Con esta información, el software suma los valores diarios de grados día de desarrollo y, considerando la tendencia del clima, le puede indicar al cultivador, con 20 días de anticipación, la fecha exacta en la que estará lista la cosecha.

En Tenjo, por ejemplo, la producción se obtiene cerca de 180 días después de la floración, lo cual equivale a 1.972 grados día de desarrollo. Cabe señalar que la temperatura promedio de este municipio está alrededor de los 13 °C.
Mientras tanto, en San Francisco de Sales la cosecha se da en alrededor de 155 días, lo cual equivale a 2.677 grados día de desarrollo. Allí la temperatura promedio es de 18 °C .

Peso y la calidad

Con los valores medios del diámetro y la longitud de algunos frutos medidos en el cultivo, y mediante el conteo de estos en algunos árboles, se puede calcular cuál será el peso aproximado de la producción.
De igual manera, el software estimará tanto la variación del contenido de azúcares y la acidez como la firmeza o consistencia de la feijoa.

Contando con esta información, el cultivador puede implementar diferentes estrategias como podas, riegos y uso de fertilizantes, con el fin de optimizar la calidad del producto.
“Para medir estas variables no se necesitan equipos de alta tecnología. Además, este es uno de los primeros modelos matemáticos que se implementan para determinar la calidad de un fruto según las condiciones climáticas y de la altitud”, destaca el docente Parra.

Potencial de exportación

En Colombia se cultivan alrededor de 650 hectáreas de este fruto (entre los 1.800 y los 2.800 msnm), con rendimientos promedio de ocho toneladas por hectárea, lo cual equivale a una producción aproximada de 5.200 toneladas por cosecha.
En Boyacá han ido más lejos y ya se fabrica arequipe y sabajón de feijoa, además de diferentes postres, e incluso aguas aromáticas. Este fruto, que también se da en otros países como Nueva Zelanda, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Estados Unidos, entre otros, podría tener un gran potencial de exportación, ya que en Colombia se puede producir durante todo el año.

Una parte de los resultados de esta investigación, en la que también participaron los profesores Gerhard Fischer (Facultad de Agronomía de la U.N.) y Jesús Camacho (Facultad de Ingeniería de la U.N.) fueron publicados en la última edición de 2016 de la revista Ingeniería e Investigación de la Universidad.

|