Investigadores de la Universidad de Massey han encontrado que una cepa de leptospirosis puede ser más frecuente en los rebaños lecheros de Nueva Zelanda que se pensaba, lo que plantea problemas de salud pública para los agricultores, veterinarios y trabajadores lácteos. El estudio fue el primero en explorar el efecto de la vacunación a largo plazo en una muestra representativa a nivel nacional.
Doscientos rebaños lecheros seleccionados al azar en toda Nueva Zelanda y 20 ganados de ordeño se muestrearon (sangre y orina) entre diciembre de 2015 y de marzo de el 2016.
Los resultados indicaron que un 97,6 por ciento de los rebaños lecheros presentaron la Leptospira. El director del epicentro profesor Cordón Heuer dice que hasta que las nuevas vacunas estén disponibles, las personas en ocupaciones rurales deben ser conscientes y tomar medidas de protección contra la leptospirosis.
"Ahora podemos estar seguros que la vacunación es eficaz en los rebaños lecheros, pero se necesita de nuestra mayor atención inmediata sobre el 2,4 por ciento de los más de cinco millones de vacas en todo el país, las personas que trabajan con los rebaños lecheros están expuestos todos los días, un veterinario haciendo 120 pruebas encontró que un peón ordeño dos veces al día la vaca, incluso las familias de las personas están en riesgo de exposición. El hecho de que la nueva cepa se asocia en su mayoría de los casos del desprendimiento, es evidencia de que la vacuna funciona para la exposición a las cepas predominantes hardjobovis, Pomona y Copenhageni.
"Por lo tanto, los programas de vacunación deben seguir para proteger los rebaños, veterinarios y trabajadores lácteos de la enfermedad, lo que significa que los programas regulares con crías deben recibir los primeros seis meses inyecciones de refuerzo a lo largo de su vida para asegurar la mejor protección", dice el profesor Heuer.
La doctora Julie Collins-Emerson, biólogo molecular y leptospirologist, añade: "No podemos decir suficiente, la aparición de nuevas cepas no significa que debe abandonar sus programas de vacunación contra las cepas regulares, ya que todavía son igual de peligrosas.
Decano de Ciencias Veterinarias Profesor Asociado Jenny Weston aconseja: "Los agricultores deben asegurarse que todo el ganado de la granja se vacuna y la vacuna se administra en el momento adecuado (s) del año en conjunto con asesoramiento veterinario. Otra gestión del riesgo está en el control de roedores y manejo de efluentes y el riesgo de otras cepas de la bacteria, que no se encuentran en las vacunas actuales. El desarrollo de nuevas vacunas no va a ser rápido o fácil ".
"Estamos utilizando los resultados de este estudio para actualizar guías de buenas prácticas para los agricultores, veterinarios y miembros de la industria con el fin de reducir la infección en los animales y las personas que trabajan en el campo y en la industria láctea. Vienen con una lista de recomendaciones para el ser humano que se encuentra en contacto con los rebaños ".
El estudio "Leptospirosis Dairy Study 2016" de Farmer Leptospirosis Action Group Dairy (FLAG-Dairy) son los primeros en explorar el efecto de la vacunación a largo plazo en una muestra representativa a nivel nacional de los rebaños examinando el uso de vacunas y la eficacia. Los representantes de la Universidad de Massey, la Asociación Veterinaria de Nueva Zelanda, Mujer Rural Nueva Zelanda y DairyNZ y el grupo hizo que los resultados del estudio se encuentren a disposición de los agricultores participantes, veterinarios, y las partes interesadas de la industria, el gobierno y el público.
La financiación ha sido proporcionada por el Fondo para la Agricultura Sostenible del Ministerio de Industrias Primarias, AgMardt, y grupos de la industria y los interesados.
El estudio fue impulsado por un pequeño estudio piloto realizado por el profesor Peter Wilson de Massey en 2010-11 encontró que tres por ciento de las vacas adecuadamente vacunados contra la enfermedad estaban eliminando la liberación de las bacterias a través de la orina. Estos resultados no eran representativos de toda la población láctea de Nueva Zelanda , son necesarios más estudios en profundidad sobre la eficacia de la vacunación en las granjas.
El trabajo se realizó en conjunto con 92 veterinarios de todo el país que recogieron muestras de sangre y orina con el fin de ser clasificadas en la Universidad de Massey.
El profesor Heuer dice que los resultados no habrían sido posibles sin mucha gente. "Gracias a los muchos agricultores, veterinarios, técnicos veterinarios y personal de la clínica que nos han ayudado con esto."