Pan y cereales son fundamentales, son la base de la mayoría de las pirámides de alimentos. En otras palabras el pan pertenece a la familia de alimentos que se necesitan para formar una parte importante de una dieta equilibrada. El pan sin duda un alimento saludable. De hecho tiene innegables cualidades nutricionales que lo hacen adecuado para una dieta saludable. Por desgracia, sus beneficios son demasiado desconocidos por los consumidores y profesionales de la salud.
El pan es una excelente fuente de hidratos de carbono complejos (50%) y es bajo en grasa (1-2%). Esto está en perfecta consonancia con las directrices dietéticas que recomiendan una mayor ingesta de hidratos de carbono complejos y la ingesta de grasa reducida. En concreto, en una dieta equilibrada los hidratos de carbono deben proporcionar más de la mitad de las necesidades energéticas, principalmente en forma de hidratos de carbono complejos.
El pan tiene un contenido notable de proteína vegetal (8-9%). La combinación de legumbres (frijoles, lentejas) y pan le proporciona proteínas de muy buena calidad. Los estudios indican que la ingesta de fibra es insuficiente, y el pan es una solución perfecta para llenar ese vacío. ¿Sabías que dos o tres rebanadas de pan de grano entero (100g) pueden proporcionar alrededor del 30% de su requerimiento diario de fibra?
El pan es una interesante fuente de vitaminas y minerales. Dos o tres rebanadas de pan proporcionan cantidades significativas de vitaminas B y varios minerales, como fósforo, magnesio, potasio, zinc y hierro. El pan es un excelente matriz para ingredientes saludables: integrales diferentes, nueces, semillas y frutas se pueden agregar haciendo al pan aún más nutritivo. Los panaderos han reducido gradualmente el contenido de sal del pan y soluciones técnicas existen para disminuir aún más el contenido de sal (dependiendo del tipo de pan, el contenidos de sal varían mucho).
Existe la crencia que el pan engorda, y esto anima a muchas personas a restringir, o incluso eliminar, el pan de su dieta. Pero, por el contrario, debido a su composición el pan saludable nos ayuda a reequilibrar nuestra dieta para aumentar los hidratos de carbono y reducir la ingesta de grasas. Una revisión reciente de más de 35 estudios observacionales sobre este tema llegó a la conclusión de que el pan, especialmente el pan no refinado, puede ser beneficioso para el control de peso. Esto también se observó en un estudio clínico que indicó que la inclusión de pan en una dieta baja en calorías no afecta negativamente a la tasa de pérdida de peso. En contraste, el pan, incluso aumentó la sensación de saciedad y el cumplimiento de la dieta.
Un creciente cuerpo de evidencia muestra que los alimentos con un índice glucémico bajo deberían ser favorecidos para reducir el riesgo de muchas enfermedades crónicas. El pan es a menudo criticado por su alta respuesta glucémica. Sin embargo la conclusión de que el pan tiene un alto impacto glucémico está resumiendo la imagen de una manera incorrecta. Esto quiere decir que una buena parte de los panes en el mercado tienen un bajo impacto glucémico y que el pan no tiene necesariamente una alta respuesta glucémica. Esto demuestra también que el fabricante de pan tiene que tener esto en cuenta, ya que algunos panes todavía muestran una alta respuesta glucémica y requieren mejoras.
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