Las medidas para combatir la roya asiática de la soja deben ser tomadas conjuntamente por todos los países productores de cereales en América del Sur. La opinión es consenso entre los panelistas de "La segunda cosecha de soja", que se celebró el jueves, en el último día del VII Congreso Brasileño de soja, que se celebró en Florianópolis (SC).
De acuerdo con los participantes en el debate, medidas aisladas en los estados brasileños, como el aumento de período de barbecho y el momento de la siembra, son eficientes. Sin embargo, no son suficientes para resolver el problema.
Un ejemplo es el aumento de las plantaciones de soja en la cosecha del Paraguay, mientras que algunos estados brasileños tratan de inhibir esta práctica. En el 2008 en Brasil el área fuera de temporada de la soja casi se cuadruplicó y hoy ya asciende a 558.000 hectáreas. Como resultado, los productores paraguayos se ven obligados a hacer más aplicaciones de fungicidas para combatir la roya de la soja. Por lo tanto, el costo de estas aplicaciones ya igualó el monto invertido en fertilizante.
"El sistema de producción de Paraguay está en riesgo. Si no se realiza una intervención, es posible que el próximo Congreso lo esten hablando, y la producción de soja inviable en el país", advirtió agrónomo Iruña Semillas, Claiton Rodrigues.
Como moderador del panel y jefe de Investigación y Desarrollo de Embrapa Soja, Ricardo Abdelnoor, Brasil necesita tomar medidas preventivas contra la roya asiática de la soja en sus estados productores. Pero el problema la solución es tomar acciones conjuntas con Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, ya que las esporas del hongo migran fácilmente con el viento y si estan presente en un país, pueden infestar el otro.
"Si queremos un control efectivo, además de Brasil, tenemos que tomar medidas en otros países también. Hay una necesidad de la regulación y la conciencia de los productores y técnicos efectiva de todos los países. Tenemos que pensar en las buenas prácticas agrícolas", dijo Abdelnoor.
Para evitar la presencia de plantas hospederas en el largo período de campo y así combatir el hongo que causa la roya, algunos estados de Brasil están adoptando medidas preventivas. Goiás, por ejemplo, optó por la restricción de la ventana de la siembra. Mato Grosso ya extendió el barbecho y prohibió la siembra de soja de segunda cultivos.
Las medidas son controvertidas, ya que si se cumple requieren más supervisión y restringir la libertad de decisión de los productores.
"Este tema debe ser discutido en varios niveles y en diferentes foros. Aunque la soja fuera de temporada puede ser una opción para el productor, vemos varios riesgos que puedan poner en riesgo la cosecha de la soja. No podemos dejar que eso suceda. Tenemos que proteger la cultura que es tan importante para nuestra economía ", dijo Ricardo Abdelnoor.
Para Neri Ribas, director técnico de Aprosoja Mato Grosso, el sujeto ya no es objeto de controversia, ya que ahora se trata de garantizar la sostenibilidad de la cadena de producción y ya no es una simple opción de elección.
La opinión es compartida por el agrónomo y agricultor Gilberto da Costa. Según él, será necesario repensar el sistema de producción y la iniciativa debe también a los agricultores, después de todo, son los actores más grandes.
"Existen soluciones agronómicas. Durante el Congreso hemos visto varios ejemplos de casos de éxito con la integración cultivos-ganadería, por ejemplo. Tenemos que volver a la agronomía básica", dice.
Además de las pérdidas económicas causadas por la roya asiática de la soja, lo que preocupa a los investigadores y los representantes de los productores es la pérdida de eficacia de fungicidas disponibles. Con la presencia de la planta huésped en el campo por un largo período de años y el aumento consiguiente en la presencia de la enfermedad, ha sido necesario realizar un mayor número de aplicaciones. Con el aumento de uso de fungicidas en dosis inadecuadas a menudo sin moléculas de rotación, se están perdiendo la sensibilidad de los productos.
De acuerdo con el investigador de Embrapa Soja, Cláudia Godoy, 80% de eficiencia con los productos en la década de 2000 dejar de matar a 30% de la población de microorganismos en la actualidad. El aumento de la eficiencia se ha producido con el uso de mezclas comerciales de principios activos. Sin embargo, incluso estos productos han deteriorado la eficiencia.
"Estamos cada vez más fuera de opciones para combatir la enfermedad. Desde 1996 no llega un nuevo principio de acción. Tenemos que preservar estas mismas moléculas que tenemos, porque no tienen otra manera de golpear el mercado", dice el investigador.
Para ella, es necesario diversificar las estrategias para combatir los hongos, tales como la rotación de cultivos, el uso de variedades resistentes, las mejores prácticas en el control químico y el retiro de los ejércitos en vivo del campo en ciertas épocas del año.
