Cuando se trata de la seguridad alimentaria, una nueva investigación de Mintel muestra que los consumidores no son esclavos de las fechas de caducidad. En un estudio de 1.500 consumidores del Reino Unido, las dos terceras partes (67%) dicen que confían en sus propios sentidos, tales como el olfato, el gusto y la vista para decidir si un producto es adecuado para comer, en lugar de las fechas de caducidad.
La investigación de Mintel muestra que una preocupación de cada cuatro (28%) dice que es seguro comer alimentos más allá de su fecha de caducidad, a pesar de que hacerlo podría poner en riesgo su salud.
Parece que los consumidores tienen un interés limitado en saber más acerca de la comida y la bebida. Sólo un tercio (35%) de los británicos dicen que hablan a sus amigos y familiares acerca de las preocupaciones que tienen sobre los alimentos y la seguridad del producto y sólo una cuarta parte (28%) dicen que han buscado información en Internet relacionada con una comida y bebida por que les preocupa la seguridad. A pesar de esto, ellos están dispuestos a aprender más sobre este tema de los productores, a la mitad (47%) le gustaría que las marcas y supermercados ofrezcan más consejos sobre cómo almacenar los alimentos de manera segura.
"La falta de comprensión y la aparente indiferencia del uso de la fecha de consumo preferente en las etiquetas es problemático en dos frentes: la seguridad de los consumidores y de desperdicios de comida. Parte del problema puede ser por la confusión de los consumidores en torno al significado de los diferentes términos de los packs. Nuestros hallazgos subrayan el alcance para los operadores para ganar el favor de la lucha contra este tipo de conceptos erróneos y ayudar a las familias a ahorrar dinero al reducir el desperdicio de alimentos. La apertura de los consumidores a una mayor participación de los supermercados y marcas sobre la manera de almacenar los alimentos de manera segura destaca aún más el papel potencial para ellos en ofrecer asesoramiento." Afirma Douglas Faughnan, analista de Mintel.
La investigación encuentra que la mayoría de los británicos (85%) están preocupados por la presencia de bacterias nocivas en los alimentos y bebidas y la misma proporción (85%) dice que la falta de normas de higiene en la producción y procesamiento de alimentos son una preocupación. Por otra parte, más de tres cuartas partes (77%) de los consumidores están preocupados por el uso de hormonas en el ganado, y el 75% dicen que están preocupados por los antibióticos o medicamentos administrados al ganado.
"Las normas de higiene en toda la cadena de suministro son altas en la lista de preocupaciones de los consumidores. Los minoristas con una calificación fuerte podrían beneficiarse de la visualización de los resultados de los controles de higiene alimentaria o la seguridad de los alimentos en el mismo recinto. Los fabricantes podrían igualmente ganar el favor al presentar éstos en el envase, como una manera de demostrar su compromiso con altos estándares de higiene y para disipar las preocupaciones. Los operadores que puedan demostrar un alto nivel de transparencia y control en las distintas etapas de la cadena de suministro pueden crear un fuerte punto de diferencia." Comenta Douglas.
La investigación de Mintel muestra también que hay otros fabricantes y marcas que fomentan la confianza entre los consumidores. La mitad (50%) de los británicos dicen que confiarían en un alimento o bebida si la empresa o marca tuviera una etiqueta más clara de un sistema de garantía de calidad de los alimentos, mientras que la misma proporción (50%) dicen que tendrían más confianza si se utilizan envases claros, para que puedan ver lo que hay dentro. Además, el 44% dice que la información de los ingrediente más detallada sobre el paquete, por ejemplo, cuando los ingredientes se obtienen y cómo se utilizan, alentaría la confianza.
Más información en www.mintel.com.
