Una malla de protección individual y una caja de cartón, con capacidad para empacar 27 manzanas, le dan un nuevo toque a la presentación de las frutas cultivadas en Soracá (Boyacá), al tiempo que preservan su aroma y otras propiedades. Las cajas, elaboradas por un equipo de diseñadores industriales de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), cuentan con una protección individual de polietileno que conserva su estado, su sabor y su aroma.
Estos modelos fueron liderados por William Echeverry Ayala, diseñador industrial de la U.N. Sede Bogotá, con el fin de optimizar el transporte de manzanas provenientes de esta población boyacense y, de esta manera, fortalecer la economía campesina local. En este municipio, ubicado a unos 7 kilómetros de Tunja, se producen 30.340 manzanas semestralmente, entre estas, alrededor de 21.200 salen en buen estado.
Sin embargo, el diseñador observó que los frutos se empacaban en bolsas que degradaban propiedades, como el aroma, y aumentaban el riesgo de cortes, disminuyendo así su potencial económico. “El producto pasaba desapercibido, la gente no preguntaba por él y menos sabía de dónde venía”, señaló.
El empaque que desarrolló el diseñador es de cartón, material de producción masiva, económico y resistente, que permite su reutilización. La producción de una caja para almacenar 27 manzanas cuesta, aproximadamente, 150 pesos, aunque su precio en el mercado es de casi $16.000. Mide 60 centímetros (cm) de largo, 25 cm de ancho y 9 cm de alto.
La malla de protección individual de cada manzana, de 7,5 cm de largo por 6 cm de ancho, está compuesta de polietileno que protege al máximo todas las características de la fruta y, asimismo, facilita la entrada y salida de aire.
Igualmente, para facilitar el transporte de las manzanas en flota o bus, se ideó un sistema de embalaje que alberga 40 cajas. Dicho sistema está compuesto por una estiba plástica (plataforma en la que se monta cualquier tipo de empaque) y un container de cinco filas y ocho columnas. Finalmente, se envuelve en una película plástica y se amarra con nylon, con el fin de prevenir los efectos de la humedad.
Los habitantes de Soracá han acogido la nueva presentación muy positivamente: “hicimos unas encuestas para mirar la aceptabilidad del producto. Las enfocamos a niños, a adolescentes y a adultos mayores, y el nivel de satisfacción es muy alto. A la gente le gusta, está comprometida y les agrada que se fortalezca la identidad de su territorio”.
Ahora, el diseñador evalúa la posibilidad de adaptar el sistema de empaque a otras frutas como peras, ciruelas y duraznos. Dichos cultivos son administrados por la Fundación Universitaria Juan de Castellanos de Tunja, que también apoyó el proyecto de las manzanas.
El trabajo de William Echeverry, titulado “Diseño de empaque para embalaje y transporte de manzanas para el fortalecimiento de la competitividad agrícola”, se está exponiendo en el XV Salón de Diseño Industrial de la U.N. Sede Bogotá, el cual recoge los mejores trabajos de 2015. La exposición estará abierta hasta el 11 de noviembre.
