Durante la temporada de Cuaresma, el consumo de pescados y mariscos aumenta considerablemente, lo que hace indispensable garantizar su calidad e inocuidad.
Ante este panorama, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) ha implementado un operativo especial para vigilar la comercialización, manejo y conservación de estos productos en mercados, tianguis y establecimientos de venta en todo el país.
Como parte de esta estrategia, COFEPRIS trabaja en conjunto con las áreas de Protección contra Riesgos Sanitarios de las 32 entidades federativas, realizando inspecciones sanitarias y análisis microbiológicos a través de la Red Nacional de Laboratorios Estatales de Salud Pública.
Estas acciones buscan detectar microorganismos que puedan representar un riesgo para la salud de los consumidores y prevenir enfermedades gastrointestinales relacionadas con el consumo de alimentos contaminados.
Además de la vigilancia sanitaria, la COFEPRIS impartirá capacitaciones sobre el manejo higiénico de productos del mar y distribuirá material informativo a comerciantes y expendedores. De esta forma, se busca reforzar la cultura de prevención y fomentar prácticas seguras que beneficien tanto a los vendedores como a los consumidores.
Este esfuerzo no solo protege la salud pública, sino que también fortalece la industria alimentaria del país y de Latinoamérica, asegurando que los productos del mar cumplan con estándares de calidad e inocuidad exigidos en el comercio nacional e internacional.
Con una producción pesquera que representa un importante motor económico, garantizar la seguridad alimentaria de estos productos favorece su competitividad y reputación en los mercados internacionales.
Con estas acciones, COFEPRIS reafirma su compromiso con la protección de la salud y la seguridad alimentaria, contribuyendo al desarrollo sostenible del sector pesquero y asegurando que los productos que llegan a la mesa de los consumidores sean seguros y de alta calidad.
México, a través de COFEPRIS, refuerza su liderazgo en materia de inocuidad alimentaria en la región, asegurando que los productos pesqueros cumplan con las normativas sanitarias establecidas.
La implementación de controles rigurosos y el monitoreo constante no solo garantizan la seguridad del consumidor nacional, sino que también fortalecen la confianza en la exportación de pescados y mariscos a otros países de Latinoamérica y el mundo.
Estas acciones contribuyen a la competitividad del sector pesquero mexicano, permitiendo que sus productos sean reconocidos por su calidad y cumplimiento de estándares internacionales de sanidad e inocuidad.
