La edición 2025 de IFFA, la feria internacional más importante dedicada a la industria cárnica y de proteínas, marcó un hito al abrir por primera vez un espacio exclusivo para las denominadas “nuevas proteínas”.
Realizada en Alemania, la feria reunió a más de 63,000 visitantes de 144 países y mil expositores, quienes presentaron soluciones de vanguardia en procesamiento, envasado, automatización y, sobre todo, alternativas sostenibles a las proteínas de origen animal.
El creciente protagonismo de las proteínas de origen vegetal, fermentación de precisión y carne cultivada reflejó una industria alimentaria en plena transformación. Estos avances responden a los retos globales de seguridad alimentaria, sostenibilidad ambiental y crecimiento poblacional. Las nuevas proteínas no solo reducen el uso de recursos naturales, sino que también permiten opciones más éticas, saludables y tecnológicamente avanzadas para el consumidor del siglo XXI.
Chile no quedó fuera de este debate clave. La empresa HELA Spice, especializada en ingredientes para la industria cárnica y con 25 años de experiencia en el mercado chileno, participó activamente del evento. Jorge Guzmán, gerente técnico y comercial de la compañía, destacó dos tendencias fundamentales en el ámbito de ingredientes: el reemplazo de aditivos tradicionales como los fosfatos y nitritos —impulsando productos de “etiqueta limpia”— y la consolidación de proteínas vegetales como la soya, arveja, arroz y habas para alimentos plant-based.
“El reemplazo de aditivos tradicionales es una revolución dentro de la industria. Estamos logrando mantener la calidad y seguridad de los productos sin necesidad de ingredientes artificiales que durante décadas fueron esenciales”, explicó Guzmán. Agregó que HELA Spice se enfoca principalmente en el sabor como elemento diferenciador, utilizando extractos de levadura y otros ingredientes funcionales naturales que refuerzan la propuesta de etiqueta limpia.
La feria también dejó en evidencia que el desarrollo de proteínas alternativas avanza rápidamente gracias a la biotecnología, la fermentación, el uso de subproductos agroindustriales, algas y hongos, e incluso insectos. Además, el crecimiento de la carne cultivada —generada en laboratorio a partir de células animales— se posiciona como una opción concreta para los próximos años, aunque todavía enfrenta desafíos regulatorios y de aceptación en algunos mercados.
En cuanto al equipamiento, la automatización y la inteligencia artificial dominaron las conversaciones. “Las nuevas tecnologías no solo mejoran la eficiencia, también permiten procesos más precisos y menos dependientes de la intervención humana. La robotización de tareas repetitivas es una realidad que optimiza la producción sin comprometer la calidad”, indicó el experto chileno.
Para las empresas chilenas, estos avances representan más una oportunidad que un desafío. Guzmán sostiene que la gran industria cárnica nacional ya está en proceso de adaptación, diversificándose y explorando nuevas categorías para responder a un consumidor más informado, exigente y dispuesto a pagar por valor añadido, ya sea en forma de ingredientes naturales, productos veganos o recetas tradicionales con toques modernos.
IFFA 2025 dejó claro que el futuro de la alimentación se construye sobre innovación, sostenibilidad y tecnología. Las proteínas alternativas ya no son una promesa, sino una pieza clave del sistema alimentario global que se redefine frente a los desafíos del siglo XXI.