La Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas (ALAIAB) hizo un llamado a los gobiernos centroamericanos para avanzar hacia un marco normativo común sobre el etiquetado frontal de alimentos y bebidas. Según la organización, la mejor vía para lograrlo es a través de un Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA), que brinde reglas claras y homogéneas para todos los países de la región.
El proceso de construcción de este marco regulatorio regional comenzó formalmente a finales de junio de este año, durante la Reunión del Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco). En dicha instancia se abrió el debate sobre la necesidad de contar con lineamientos técnicos que eviten la proliferación de medidas unilaterales. De acuerdo con ALAIAB, si cada país adoptara criterios propios y aislados, podrían surgir obstáculos innecesarios al comercio intrarregional, afectando la competitividad del sector y generando barreras no arancelarias.
La industria alimentaria considera que un etiquetado frontal armonizado no solo protege los avances logrados en materia de integración económica, sino que también favorece a los consumidores, quienes podrán acceder a una oferta más diversa de productos, con precios competitivos y con información clara y útil para sus decisiones de compra. ALAIAB advierte que las medidas individuales podrían limitar la disponibilidad de productos, encarecerlos y crear confusión en los consumidores al encontrarse con diferentes esquemas de etiquetado en cada país.
El tema del etiquetado nutricional no es nuevo en Centroamérica. Durante años, los gobiernos, el sector privado y organismos especializados han trabajado en conjunto para actualizar el RTCA en esta materia. Estos esfuerzos reflejan un compromiso compartido con la construcción de soluciones regionales basadas en la evidencia científica, que tomen en cuenta tanto la protección al consumidor como la competitividad de la industria.
En este sentido, ALAIAB reitera que la regulación debe fundamentarse en criterios técnicos sólidos y en consensos regionales, garantizando al mismo tiempo que los consumidores dispongan de información veraz, comprensible y respaldada por ciencia. El objetivo es que el etiquetado frontal cumpla su rol informativo sin convertirse en un obstáculo para el desarrollo económico ni para la integración comercial.
La Alianza también señala que avanzar hacia un modelo de convergencia normativa regional puede convertirse en una ventaja competitiva para Centroamérica. Al contar con un marco regulatorio único, las empresas del sector tendrían mayor certidumbre para invertir, innovar y expandirse, mientras que los consumidores se beneficiarían de un mercado integrado y dinámico.
ALAIAB, como organización que agrupa a 271 asociaciones de la industria de alimentos y bebidas en América Latina y el Caribe, se ha consolidado como una voz representativa en los debates técnicos y políticos relacionados con el sector. Su labor busca no solo defender los intereses de la industria, sino también promover reglas claras y equilibradas que favorezcan el comercio, la innovación y el acceso de los consumidores a productos seguros y de calidad.
Con este pronunciamiento, la entidad refuerza la idea de que los desafíos actuales en materia de salud pública, nutrición y competitividad deben abordarse de manera coordinada y regional, en lugar de fragmentada y unilateral.