Leopoldo G. Enríquez, M.Sc.; Ph.D.
Senior Business Developer, ROQUETTE LATAM
Los malos hábitos alimenticios han propiciado que la obesidad y el sobrepeso hayan alcanzado proporciones epidémicas en todo el mundo. Esto deriva en enfermedades como la diabetes, enfermedades del corazón, del sistema circulatorio, problemas de irrigación cerebral y en ciertos tipos de cáncer. Para compartir esta epidemia creciente, la OMS ha identificado una serie de recomendaciones dietéticas como la de consumir carbohidratos complejos como las fibras, con el objetivo de reducir los índices glucémicos derivados por la ingesta de azúcares y proveer saciedad para administrar el consumo diario de calorías (1).