El pan es un alimento esencial en la mesa de millones de familias en América Latina, pero también uno de los más desperdiciados. ¿Cuántas veces se ha abierto un paquete y se ha encontrado mohoso, seco o con un sabor extraño, incluso antes de la fecha de vencimiento?
Esta realidad afecta no solo al bolsillo de los consumidores, sino también al medio ambiente.
La magnitud del problema es alarmante. Según la FAO, de los 118 millones de toneladas métricas de pan que se producen anualmente en el mundo, cerca del 10% se pierde o se desperdicia. Para enfrentar este desafío, Kerry, empresa global líder en nutrición sostenible, ha asumido un papel protagónico al desarrollar soluciones que prolongan la frescura del pan y ayudan a reducir significativamente el desperdicio.
Con más de 30 años de presencia en América Latina y más de 50 a nivel mundial, Kerry combina ciencia, tecnología y sostenibilidad para ofrecer innovaciones al servicio de la industria alimentaria. Su reciente investigación sobre hábitos de consumo en la región reveló que los principales motivos del descarte de pan son:
- La aparición de moho (56%), el envejecimiento (41%) y el endurecimiento (39%). Además, un 43% de los consumidores afirmó que cambiaría de marca si otra ofreciera mayor durabilidad.
“Hoy existen soluciones sostenibles y eficientes para producir pan que se mantenga fresco por más tiempo, con textura suave y sabor auténtico, sin necesidad de conservantes artificiales. Esa es nuestra apuesta: evitar el desperdicio y brindar valor a toda la cadena”, afirma Edson Barros, vicepresidente de Marketing de Kerry para América Latina.
Las tecnologías desarrolladas por Kerry permiten a los fabricantes extender la vida útil del pan tanto en los puntos de venta como en los hogares, sin comprometer el sabor ni la calidad. Estas soluciones también optimizan los costos de producción, reducen el descarte y fortalecen la lealtad del consumidor hacia marcas que ofrecen frescura prolongada.
Además, la empresa responde a una creciente demanda global por un consumo más consciente. Según su estudio global Left on the Shelf, la mitad de los consumidores en el mundo está dispuesta a pagar más por productos que ayuden a evitar el desperdicio de alimentos. En ese contexto, Kerry no solo ofrece una respuesta técnica, sino una propuesta de valor sostenible.
“Estamos en un momento crítico. El modelo actual de producción, consumo y descarte ya no es viable: el 30% de los alimentos se desperdicia mientras millones sufren hambre. En Kerry creemos que otra forma de alimentar al mundo es posible: más nutritiva, accesible, responsable y sabrosa”, concluye Barros.
Con un equipo global de más de 1.100 científicos de alimentos, Kerry se posiciona como un referente mundial en innovación alimentaria, ofreciendo soluciones adaptadas a los retos actuales del planeta. Su compromiso con la Nutrición Sostenible impulsa un futuro donde la calidad del pan —y de todos los alimentos— esté alineada con la salud del consumidor y la del planeta.