FoodNewsLatam - De excedentes a platos servidos: el modelo de EatCloud

De excedentes a platos servidos: el modelo de EatCloud

Colombia Procesos / Envases

En un país donde se pierden anualmente cerca de 9,7 millones de toneladas de alimentos, mientras más de la mitad de los hogares enfrenta inseguridad alimentaria, surge una propuesta que marca la diferencia. EatCloud, startup colombiana fundada en 2020 por Isis Espitia, ha convertido la tecnología en una herramienta clave para reducir el desperdicio y redistribuir excedentes hacia comunidades vulnerables.

La idea es tan sencilla como disruptiva: conectar en tiempo real a supermercados, hoteles, restaurantes y productores con organizaciones sociales que necesitan alimentos para sus beneficiarios. En lugar de dejar que toneladas de comida en perfecto estado terminen en la basura, EatCloud rescata esos productos, los canaliza de manera segura y transparente, y los convierte en miles de platos servidos. Solo en los últimos seis meses, el sistema ha permitido distribuir más de un millón de raciones, beneficiando a 36.000 familias en Colombia y México.

Tecnología al servicio de la seguridad alimentaria

EatCloud funciona bajo un modelo SaaS (software como servicio), en el que algoritmos e inteligencia artificial identifican alimentos próximos a vencer, asignan receptores adecuados y gestionan la trazabilidad completa del proceso. La plataforma no necesita bodegas ni flotas propias; aprovecha la infraestructura ya existente, lo que optimiza costos y agiliza la logística.

“Usamos la tecnología para evitar que lo que hoy se bota, mañana sea la causa del hambre. Cada kilo rescatado representa un avance en sostenibilidad y dignidad”, explica Espitia. La frase resume la esencia del proyecto: transformar un problema estructural en una solución colectiva.

Impacto social, económico y ambiental

El alcance de EatCloud no se mide solo en toneladas de comida rescatada. Detrás de cada plato servido hay una familia que gana seguridad alimentaria y una empresa que descubre que donar puede ser más rentable que desechar. Los beneficios incluyen reducción de costos logísticos, incentivos tributarios y una contribución significativa a la mitigación del cambio climático.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que el desperdicio de alimentos genera el 8 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En América Latina, los productos que se pierden cada año podrían alimentar a más de 300 millones de personas. Frente a estas cifras, el modelo de EatCloud no solo es solidario, también es estratégico.

Reconocimientos y expansión internacional

La innovación no ha pasado desapercibida. En 2024, EatCloud recibió el Women Empowerment Award de la Fundación Bayer e Impact Hub Network, que le otorgó 25.000 euros y un programa de aceleración internacional. Ese impulso le permitió abrir operaciones en España y preparar su entrada a nuevos mercados europeos y latinoamericanos.

También ha sido reconocida por el Programa Mundial de Alimentos, Google WeXchange, Microsoft Change Makers y ONU-Hábitat, que le otorgó el Premio Internacional de Buenas Prácticas para el Desarrollo Sostenible.

Hacia un modelo global

El reto ahora es escalar. Con más aliados, una plataforma tecnológica en constante evolución y el respaldo de la comunidad internacional, EatCloud quiere consolidarse como el puente más eficiente entre el desperdicio y la necesidad. Su meta es clara: que ningún alimento apto para el consumo termine en la basura y que cada plato servido sea un símbolo de dignidad, eficiencia y compromiso social.

|