Desde su planta en Virrey del Pino, en el conurbano bonaerense, Refres Now SA, la compañía detrás de la popular marca de gaseosas Manaos, se ha consolidado como uno de los actores más importantes de la industria de bebidas sin alcohol en Argentina.
Con más de 600 empleados directos y una red de distribución propia que llega a todos los rincones del país, la empresa logró posicionarse como una alternativa económica frente a colosos internacionales como Coca-Cola y Pepsi.
Orlando Canido, fundador de Refres Now, conoce de cerca el recorrido del mercado, antes de crear su propia compañía, fue uno de los mayores distribuidores de Coca-Cola en la historia argentina, vendiendo hasta 60 camiones por día. También fue líder en ventas de la cerveza Bieckert, superando incluso al propio dueño, Antonio Cafiero. Con ese bagaje, decidió emprender su camino con una visión clara ofrecer productos de calidad a precios accesibles para las familias argentinas.
Un crecimiento que rompió moldes
Hoy, las bebidas Manaos están presentes en miles de comercios de barrio, quioscos, autoservicios y despensas, que representan aproximadamente el 80% de sus ventas. Este canal minorista genera cerca del 40% de sus ingresos y ha sido clave para su expansión. El impacto económico también es significativo: la industria de bebidas sin alcohol en la que participa Refres Now genera 30.000 empleos directos y más de 100.000 indirectos en 12 provincias argentinas, en conjunto con sus proveedores y aliados agroindustriales.
A pesar del crecimiento, Canido no oculta las dificultades que enfrenta el sector industrial en el país. Uno de los principales desafíos que señala son los altos niveles de carga impositiva y los costos en servicios públicos. Según explicó, una botella de gaseosa que hoy llega al consumidor a $1.000 podría venderse en $480 si no fuera por los impuestos que encarecen toda la cadena. A modo de ejemplo, mencionó que su empresa pagó una factura de luz de $600 millones, cuando el consumo real fue de $118 millones. "Si me cobraran solo lo que consumo, podría reducir el precio de venta en un 20%", afirmó.
Un rol regulador en el mercado
Pese a estos obstáculos, Canido destaca que la presencia de Manaos en el mercado cumple un rol clave: evita que otras marcas, particularmente las multinacionales, impongan precios excesivos. "Una botella de 2,25 litros de Manaos ronda los $1.500, mientras que la competencia está cerca de los $4.000. Si no estuviéramos, podrían cobrar hasta $9.000", estimó. En este sentido, asegura que su empresa permite que la clase media y trabajadora siga teniendo acceso a bebidas populares.
Inversión productiva y filosofía empresarial
A diferencia de otros empresarios, Canido se define como alguien que invierte todo en producción y mercadería. “Nunca me agarró el banco, nunca perdí por la devaluación. Siempre invertí en bienes, en un campo, o en stock. Toda la plata va a la mercadería”, señaló. Esa visión fue clave para sortear momentos difíciles, como la hiperinflación durante los años de transición entre los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem. En ese entonces, grandes cadenas como Makro le devolvieron mercadería vencida que había sido pactada en dólares, pero gracias a su propia red de distribución pudo sostenerse sin caer.
De Argentina a América Latina
Refres Now ha comenzado a mirar más allá de las fronteras argentinas. Con una estructura sólida, capacidad instalada y una marca ya reconocida, su crecimiento en América Latina se proyecta como el próximo paso. Frente a un mercado global dominado por multinacionales, la empresa apuesta por una identidad nacional y precios competitivos.
Canido concluye con una crítica al contexto local: “En otros países, el empresario es acompañado, empujado hacia adelante. En Argentina, somos castigados con impuestos, controles e inspecciones constantes. Pero aún así, seguimos creciendo”.
Refres Now es un ejemplo de cómo una empresa nacional puede desarrollarse, generar empleo y desafiar a gigantes globales, sin perder de vista sus raíces ni su compromiso con los consumidores.