La industria de alimentos y bebidas en Perú continúa consolidándose como una de las más dinámicas de América Latina, con un crecimiento sostenido en producción, innovación y exportaciones. Detrás de cada bebida embotellada, de cada proceso de refrigeración o pasteurización, hay un elemento esencial que muchas veces pasa desapercibido: la energía.
En este contexto, la reciente compra del 100% de la termoeléctrica Fenix por parte de la empresa chilena Colbún, por US$67 millones, representa mucho más que una simple operación financiera. Se trata de un movimiento estratégico que refuerza la columna vertebral del sistema productivo peruano, especialmente para sectores intensivos en energía como el de bebidas y alimentos procesados.
Fenix: energía confiable en el corazón industrial del Perú
Ubicada en Chilca, a pocos kilómetros de Lima, Fenix es una de las centrales térmicas más importantes del país, con una capacidad instalada de 570 MW. Esta ubicación estratégica, en una zona con alta densidad industrial, le permite abastecer de energía a numerosas empresas de procesamiento y envasado de alimentos y bebidas.
La plena adquisición de Fenix por parte de Colbún permite consolidar una operación que garantiza suministro eléctrico confiable, continuo y eficiente, condiciones fundamentales para mantener la calidad, seguridad y productividad que demanda el sector de bebidas.
Procesos como la filtración, carbonatación, enfriamiento, pasteurización, esterilización y embotellado requieren energía de forma constante y con estándares técnicos muy exigentes. Cualquier interrupción o variación en el suministro puede traducirse en pérdidas millonarias, afectación de la cadena de frío o alteraciones en la calidad del producto final. Fenix, con su infraestructura moderna y capacidad de respuesta rápida, contribuye a reducir estos riesgos.
Colbún: un socio estratégico para la industria de bebidas
Colbún no es solo un proveedor de energía. Es un actor con visión a largo plazo que promueve soluciones energéticas adaptadas a las necesidades de las industrias intensivas, como la de bebidas. Desde contratos de suministro directo que brindan previsibilidad de costos, hasta el desarrollo de energías limpias y almacenamiento, la empresa busca apoyar el crecimiento productivo sin comprometer la sostenibilidad.
En un entorno global donde los consumidores demandan productos con menor huella de carbono, Colbún ofrece una ventaja competitiva. Su experiencia en energías renovables y almacenamiento —a través de proyectos solares, eólicos y baterías en Chile— anticipa posibles desarrollos similares en Perú. Esto abre oportunidades para que plantas de bebidas puedan operar con energía más limpia, reducir sus emisiones y cumplir con estándares ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Impulso a la competitividad industrial
La consolidación de Fenix bajo Colbún llega en un momento clave. Perú busca atraer más inversión industrial, aumentar su capacidad exportadora y desarrollar parques industriales modernos. Un sistema energético sólido, con empresas que apuesten por la eficiencia y la innovación, es crucial para este propósito.
Las empresas de bebidas, que operan en mercados altamente competitivos y sensibles al costo energético, se benefician directamente de un suministro robusto. Con mayor seguridad en el abastecimiento y posibilidad de negociar contratos a largo plazo, pueden enfocarse en innovar, crecer y exportar más.
Además, contar con un socio energético como Colbún facilita la adopción de tecnologías más eficientes —como motores de alta eficiencia, automatización de procesos energéticos y sistemas de recuperación de calor— que mejoran la productividad de las plantas.
Un futuro energético alineado con el desarrollo industrial
En resumen, la adquisición de Fenix por parte de Colbún representa una gran noticia para la industria de bebidas en Perú. Más allá de la inversión, significa contar con una infraestructura energética confiable, moderna y alineada con los desafíos del futuro, como la eficiencia operativa, la sostenibilidad ambiental y la expansión exportadora.
En un país donde el sector de bebidas no solo abastece al mercado interno, sino que también crece como proveedor de la región, asegurar un suministro energético de calidad es fundamental. Y en ese camino, Colbún y Fenix jugarán un rol cada vez más importante.