Con un enfoque renovado en la bioseguridad, la trazabilidad y la innovación tecnológica, la Feria Internacional de la Alimentación Rosario (FIAR 2025) abrió sus puertas este martes 1 de julio en el Centro de Convenciones Metropolitano.
El evento, que se extenderá hasta el 4 de julio, reafirma su posición como uno de los foros más relevantes para la industria alimentaria de América Latina y un punto clave para potenciar la producción local con estándares globales.
Organizada por la Municipalidad de Rosario, junto con la Fundación FIAR y el sector privado, la feria reúne a más de 400 empresas del rubro alimentario y agroindustrial, provenientes de distintas provincias argentinas, así como de países de la región. En esta edición, la bioseguridad ocupa un lugar central en la agenda, con espacios dedicados a la inocuidad alimentaria, los protocolos sanitarios, el control de calidad y la tecnología aplicada a la seguridad de los alimentos.
En un contexto global donde los consumidores exigen cada vez más transparencia y confianza en lo que consumen, la bioseguridad se consolida como un eje estratégico para la competitividad del sector. Así lo expresó el secretario de Desarrollo Económico de Rosario, Tomás Aramberri, durante la inauguración del evento:
“Hoy más que nunca, garantizar alimentos seguros no es solo un compromiso con la salud pública, sino una condición esencial para acceder a mercados internacionales. FIAR 2025 pone el foco en cómo la industria puede combinar eficiencia productiva con altos estándares sanitarios”.
Uno de los grandes atractivos de esta edición es el Pabellón de Innovación y Bioseguridad, donde empresas, startups, organismos científicos y universidades presentan soluciones orientadas a mejorar la trazabilidad y el control de riesgos biológicos. Entre los desarrollos destacados se encuentran sensores inteligentes para detectar contaminación microbiológica, sistemas automatizados de higiene industrial, etiquetas inteligentes con información nutricional en tiempo real, y plataformas digitales de trazabilidad para exportación.
Además, se desarrollan talleres y seminarios especializados en normativas sanitarias internacionales, gestión de crisis alimentarias, y certificaciones de calidad como BPM, HACCP y FSSC 22000, con participación de referentes del SENASA, el INTA, y organizaciones del Mercosur y la Unión Europea. También se abordan desafíos emergentes como la resistencia antimicrobiana en la cadena alimentaria y la incorporación de la inteligencia artificial para el monitoreo preventivo.
En paralelo, FIAR 2025 sigue siendo una plataforma clave para generar oportunidades de negocios. Este año, se organizan más de 3.000 rondas de negocios entre productores locales y compradores de supermercados, distribuidores y cadenas hoteleras de más de 15 países. La producción local, especialmente de alimentos con valor agregado, tiene una fuerte presencia, con pymes rosarinas que destacan en rubros como lácteos, conservas, congelados y alimentos funcionales.
Desde el municipio se resaltó el valor estratégico de FIAR para el entramado productivo regional:
“Rosario tiene un ecosistema agroalimentario consolidado, con capacidad exportadora y alto nivel de tecnificación. Pero también tenemos el desafío de seguir agregando valor con responsabilidad sanitaria. Esa es la fórmula para generar empleo, cuidar la salud y proyectarnos al mundo”, afirmó Aramberri.
La edición 2025 de FIAR no solo reafirma la importancia de Rosario como capital regional de la industria alimentaria, sino que posiciona a la ciudad como referente en bioseguridad alimentaria, un tema cada vez más crucial para los desafíos actuales y futuros de la producción sustentable. La feria está abierta al público profesional y académico hasta el viernes 4 de julio, y espera recibir a más de 25.000 visitantes.