Venezuela se considera actualmente como el principal consumidor de trigo, en relación con el resto de los países de América Latina, y uno de los cinco primeros países del mundo en consumo per cápita, con un requerimiento mensual de 100.000 toneladas (Semprún, 2016). Sin embargo, debido a los problemas económicos que enfrenta el país debido a la baja de los precios del petróleo, principal producto de exportación y generador de divisas, y al hecho de que este rubro es totalmente importado, crea una crisis interna de abastecimiento y de acceso oportuno a los productos del trigo como panes, galletas y pasta (Semprún, 2016).
Cereales / Panadería
Galletas enriquecidas con linaza como alimento funcional
Actualmente, se están desarrollando a nivel industrial y en centros de investigaciones una gama de alimentos funcionales. Estos productos naturales o procesado además de sus componentes nutritivos contienen principios activos propios o adicionados que ejercen un efecto beneficioso sobre la salud humana. Últimamente uno de los alimentos funcionales que más se destaca es la linaza, (Linum usitatissimum L.) debido al re-conocimiento de que algunos de sus componentes ofrecen beneficios para la prevención de algunas enfermedades crónicas no transmisible.