La prueba de la electrólisis se basa en un proceso para detectar la presencia de minerales en el agua. Este método consiste en introducir dos electrodos de hierro conectados a una corriente eléctrica, dentro de un vaso con agua. La presencia de corriente eléctrica hace que la barra de hierro se oxide y produzca un precipitado de color marrón-negro. Este precipitado es óxido de hierro que proviene de la barra, y no del agua.