FoodNewsLatam - El negocio de los suplementos alimenticios avanza más rápido que la ciencia

El negocio de los suplementos alimenticios avanza más rápido que la ciencia

México Ingredientes

El mercado global del bienestar se ha convertido en una de las industrias más rentables del planeta. De acuerdo con el Global Wellness Institute, en 2022 alcanzó un valor superior a 4.5 billones de dólares y, si mantiene su ritmo de crecimiento, superará los 7 billones en 2025, con una tasa anual de más del 10%.

En México, cifras de Euromonitor muestran que el mercado de suplementos alimenticios superó los 2,200 millones de dólares en 2023, impulsado por categorías como vitaminas, minerales, proteínas y fórmulas herbales.

Este auge refleja un cambio cultural profundo. La salud ya no se entiende solo como ausencia de enfermedad, sino como un proceso de optimización constante. Las personas buscan mayor energía, concentración, longevidad y rendimiento físico. Cápsulas, polvos, gomitas y bebidas funcionales se han posicionado como atajos hacia una versión mejorada del cuerpo y la mente.

El efecto doctor Internet y la influencia digital

Redes sociales, buscadores y plataformas digitales se han convertido en canales clave para la promoción de estos productos. Influencers, celebridades y profesionales de la salud difunden recomendaciones que alcanzan a millones de personas. El problema surge cuando las opiniones se presentan como certezas médicas, sin respaldo clínico suficiente. Así, el fenómeno conocido como doctor Internet convierte la salud en un escaparate comercial, donde la frontera entre ciencia y marketing se vuelve cada vez más difusa.

Evidencia científica frente a estrategias de mercado

La fabricación de suplementos requiere más que un buen diseño de empaque o campañas virales. Se necesita ciencia. Es fundamental evaluar la biodisponibilidad, la estabilidad molecular, las interacciones bioquímicas y la seguridad clínica de cada compuesto.

Ejemplos de eficacia comprobada existen: la vitamina D en poblaciones con deficiencia, los omega-3 en salud cardiovascular o la creatina monohidratada por su papel neuroprotector y en la preservación de masa magra. En contraste, hay productos con poca o nula evidencia, como el polvo de cartílago de tiburón, cuya eficacia no está demostrada y que puede contener metales pesados, o la nicotinamida ribósido, que sigue en debate respecto a su seguridad y efectividad en longevidad.

Riesgos regulatorios y vacíos de supervisión

El consumo inadecuado de suplementos puede derivar en efectos adversos. Algunas formas sintéticas de hierro, por ejemplo, provocan estrés oxidativo si no son correctamente prescritas. Ante estos riesgos, la regulación se vuelve crucial. Aunque organismos como la FDA en Estados Unidos o la EFSA en Europa han establecido marcos normativos, el crecimiento acelerado de la industria dificulta una supervisión exhaustiva.

Un consumidor más informado y más exigente

Las preferencias del consumidor también evolucionan. Según Nielsen, más del 70% de los consumidores globales buscan marcas con certificaciones, estudios clínicos y etiquetado transparente, incluso si deben pagar un precio más alto. En este sentido, empresas que invierten en investigación y comunicación responsable están construyendo confianza y diferenciación en un mercado saturado.

Un futuro definido por ciencia y responsabilidad

El porvenir de la industria estará marcado por la capacidad de equilibrar la demanda de optimización personal con el rigor científico. Aquellas empresas que apuesten por transparencia, innovación basada en evidencia y responsabilidad ética tendrán ventaja competitiva y podrán consolidar un legado sostenible.

La verdadera innovación no estará en el siguiente ingrediente de moda, sino en la capacidad de ofrecer productos respaldados por ciencia, fabricados con integridad y comunicados con responsabilidad.

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