Con el objetivo de fortalecer la inocuidad en la producción agrícola nacional y mejorar el acceso de los productos dominicanos a los mercados internacionales, se ha puesto en marcha el Proyecto para la Reducción de Residuos de Plaguicidas en cultivos de chile picante.
La iniciativa, liderada por el Ministerio de Agricultura de la República Dominicana, en coordinación con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), del Departamento de Inocuidad del Ministerio de Agricultura y dirigida por Francis Herrera Sánchez, busca avanzar hacia una producción agrícola más segura y responsable, alineada con las buenas prácticas agrícolas y ambientales.
El proyecto se enmarca en el esfuerzo por garantizar alimentos inocuos, proteger la salud del consumidor, conservar los recursos naturales y reducir los rechazos de productos dominicanos en mercados internacionales por exceder los límites máximos de residuos (LMR) permitidos.
El proyecto se está desarrollando en la región Sur del país, una de las principales zonas productoras de ají picante, seleccionada tras un estudio de riesgo que identificó su importancia estratégica. Durante la primera fase del proyecto, llevada a cabo del 5 al 9 del mes en curso, se realizaron actividades de campo orientadas a evaluar y mitigar la presencia de residuos químicos en los cultivos. Los resultados permitirán fundamentar científicamente, ante organismos internacionales como el Codex Alimentarius, la aplicación de prácticas más sostenibles en el manejo de plaguicidas.
Uno de los componentes clave de esta iniciativa es la implementación del estudio de mitigación de residuos del insecticida imidacloprid, así como la introducción de un bioplaguicida como alternativa menos contaminante. Este enfoque busca reducir el impacto ambiental de los agroquímicos y minimizar su presencia en los alimentos, priorizando el uso de productos que respeten la salud humana y el entorno natural.
Según explicó Herrera Sánchez, el uso indiscriminado de plaguicidas en muchos países, especialmente en regiones en desarrollo, representa un riesgo importante para la salud pública y los ecosistemas. A menudo, sustancias que están reguladas o prohibidas en países desarrollados siguen siendo comercializadas y utilizadas en América Latina, lo que agrava los problemas de contaminación de fuentes de agua y exposición de las comunidades rurales.
El proyecto forma parte del programa regional STDF753, “Reducción de Residuos de Plaguicidas en América Latina Mediante el Uso de Bioplaguicidas”, que promueve soluciones sostenibles y científicamente validadas para la producción agrícola. A través de esta estrategia, República Dominicana busca fortalecer su sistema de control de calidad agroalimentaria, mejorar la competitividad del sector agrícola y fomentar una agricultura más limpia, rentable y resiliente.
Esta iniciativa representa un paso firme hacia una industria alimentaria nacional más segura y respetuosa del medio ambiente, en la que la inocuidad y la sostenibilidad se integran como pilares fundamentales del desarrollo agrícola del país.