Con el apoyo del BID Lab y bajo la coordinación de Eatable Adventures, se presentó oficialmente FoodRise, un hub regional de innovación alimentaria que inicia operaciones en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. La iniciativa surge como una respuesta urgente a los desafíos que enfrenta la región más productiva en alimentos del planeta, pero que aún convive con altos índices de inseguridad alimentaria.
De acuerdo con la FAO, más de 110 millones de personas en América Latina enfrentaron inseguridad alimentaria en 2023. Esta paradoja —producir alimentos para el mundo mientras millones carecen de acceso a ellos— es el punto de partida de FoodRise. Su misión es convertir el potencial productivo del Cono Sur en soluciones concretas que impulsen un sistema alimentario más sostenible, inclusivo y resiliente.
Una plataforma de innovación abierta
FoodRise se presenta como una plataforma de innovación abierta, diseñada para articular a startups, centros de investigación, empresas agroalimentarias, organismos públicos y sociedad civil. Su propósito es generar un ecosistema capaz de incubar, acelerar y escalar proyectos que aporten triple impacto: económico, social y ambiental.
Durante su lanzamiento en Buenos Aires y Montevideo, líderes del sector agroindustrial, representantes de gobiernos y organismos internacionales coincidieron en que la transformación del sistema alimentario requiere nuevas tecnologías, modelos de negocio disruptivos y políticas públicas que fomenten la innovación.
“Nuestra región produce suficientes alimentos para nutrir al mundo, pero necesitamos soluciones innovadoras para garantizar que lleguen a la mayor cantidad de personas”, señaló Juan Negro, director de Eatable Adventures para el Cono Sur, subrayando el carácter estratégico del hub.
Un modelo integral para startups
El modelo de FoodRise combina distintas herramientas de apoyo:
Aceleración de emprendimientos, con programas diseñados para validar y escalar soluciones en etapas tempranas.
Acceso a inversión, a través de fondos y capital semilla que impulsen la maduración tecnológica y comercial de los proyectos.
Alianzas estratégicas, que conectan a emprendedores con grandes compañías del sector agroalimentario, generando sinergias en investigación, desarrollo y comercialización.
Promoción de políticas públicas, orientadas a crear un marco regulatorio favorable para la innovación y la sostenibilidad.
El primer programa de aceleración ya está en marcha y busca atraer startups con foco en cinco áreas prioritarias:
1- Prolongación de la vida útil de los alimentos mediante nuevas tecnologías de conservación.
2- Reducción de desperdicios y residuos, uno de los grandes retos del sector agroalimentario.
3- Mejora del valor nutricional de los productos, adaptándolos a las necesidades de consumidores más conscientes.
4- Ingredientes alternativos y saludables, como proteínas vegetales, microorganismos o biomateriales funcionales.
5- Optimización de procesos, logística y packaging, con soluciones que reduzcan costos y huella ambiental.
Impacto esperado
La creación de FoodRise busca posicionar al Cono Sur como un referente global en innovación alimentaria, aprovechando su rol como despensa del mundo y transformando ese liderazgo en un motor de desarrollo sostenible. Al promover emprendimientos de base tecnológica, la iniciativa no solo pretende mejorar el acceso a alimentos de calidad, sino también generar empleos, abrir mercados internacionales y dinamizar la economía regional.
En un contexto donde la seguridad alimentaria es uno de los grandes retos del siglo XXI, FoodRise se erige como una apuesta estratégica para revolucionar el sistema alimentario del Cono Sur, alineando la productividad agrícola con las demandas globales de sostenibilidad y equidad.