FoodNewsLatam - Formación en biotecnología alimentaria es el aporte del INA al desarrollo seguro y sostenible del sector en Costa Rica

Formación en biotecnología alimentaria es el aporte del INA al desarrollo seguro y sostenible del sector en Costa Rica

Costa Rica Bioseguridad

El avance tecnológico en la industria de alimentos y bebidas exige una formación cada vez más especializada, capaz de integrar conocimientos científicos, normas de inocuidad y herramientas biotecnológicas que respondan a los desafíos del sector.

En este contexto, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) de Costa Rica ha impulsado una serie de programas formativos enfocados en elevar los estándares de seguridad alimentaria mediante la capacitación técnica, con un enfoque creciente en biotecnología aplicada a los procesos productivos.

La biotecnología alimentaria permite optimizar la calidad, seguridad y funcionalidad de los alimentos, desde la producción hasta su conservación. El INA, consciente de estas transformaciones, ha fortalecido su oferta educativa en temas vinculados a microbiología, control de calidad, gestión del riesgo, buenas prácticas de manufactura y prevención del fraude alimentario, posicionando a Costa Rica como un referente en formación técnica para la industria alimentaria de Centroamérica.

Cursos orientados a la biotecnología y la inocuidad
Manipulación de alimentos: base para la cultura de inocuidad
Aunque es una de las capacitaciones más populares, el curso de Manipulación de Alimentos va más allá de la higiene básica: introduce principios fundamentales de microbiología aplicada a la conservación y preparación de alimentos. Se abordan conceptos clave como la contaminación cruzada, los microorganismos patógenos y el control de puntos críticos en entornos de producción. Esta formación permite establecer una cultura de inocuidad desde la base operativa, contribuyendo a sistemas biotecnológicos sostenibles y seguros.

Buenas Prácticas de Manufactura en Servicios de Alimentación
Este curso desarrolla habilidades orientadas a la estandarización y control de procesos mediante el uso de tecnologías de saneamiento, almacenamiento y trazabilidad. Su enfoque incorpora elementos de biotecnología preventiva, al capacitar sobre el uso de compuestos antimicrobianos, controles de humedad y temperatura, y técnicas de limpieza adaptadas a entornos de alto riesgo microbiológico. Estas prácticas son fundamentales para garantizar la estabilidad de los alimentos sin comprometer su perfil nutricional ni organoléptico.

Análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP)
Uno de los pilares del control biotecnológico en alimentos, este curso permite a los participantes identificar, evaluar y controlar los peligros físicos, químicos y biológicos presentes en los alimentos. Los módulos incluyen la aplicación de biotecnología en la detección rápida de patógenos, evaluación de riesgos en productos de alta rotación y uso de tecnologías de validación en procesos térmicos y de conservación. Esto resulta esencial para industrias que buscan certificar sus procesos bajo normas internacionales.

Evaluación de vulnerabilidad al fraude alimentario
Con el auge de técnicas de alteración alimentaria difíciles de detectar, el INA ha incorporado formación específica en métodos de control que utilizan herramientas biotecnológicas como trazadores moleculares, análisis isotópicos y sistemas de autenticación genética. Este curso prepara a profesionales para anticipar y mitigar riesgos asociados a sustituciones no declaradas, etiquetado engañoso o adulteraciones, fortaleciendo la transparencia y confianza en la cadena alimentaria.

Un impulso estratégico a la competitividad del país
La oferta del INA responde directamente a los desafíos de la industria 4.0 en el ámbito alimentario. La integración de conocimiento biotecnológico en sus programas no solo mejora la inocuidad, sino que también promueve la sostenibilidad, la innovación y la eficiencia en procesos. La formación de técnicos especializados contribuye a:

  • Reducir el uso de conservantes artificiales mediante procesos biológicos seguros.
  • Optimizar la fermentación, conservación y enriquecimiento de alimentos a través de microorganismos controlados.
  • Implementar tecnologías emergentes como sensores biológicos y control en tiempo real de la contaminación.
  • Además, la modalidad virtual de muchos de estos cursos permite ampliar la cobertura territorial y mejorar el acceso de pequeñas y medianas empresas a formación técnica de alto nivel.

Costa Rica ha apostado por una formación técnica de calidad para enfrentar los nuevos retos del sector alimentario. Gracias a la acción del INA, el país avanza en la incorporación de herramientas biotecnológicas que mejoran la inocuidad, la trazabilidad y la eficiencia en la producción de alimentos. Con profesionales capacitados y comprometidos, el sector alimentos y bebidas se posiciona como un motor de innovación, salud pública y competitividad regional.

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