FoodNewsLatam - De la Granja al Plato, cambiar el sistema para garantizar alimentos seguros

De la Granja al Plato, cambiar el sistema para garantizar alimentos seguros

Brasil Agricultura

La confirmación del primer caso de gripe aviar en una granja comercial de Brasil en 2025, ubicada en el municipio de Montenegro (Rio Grande do Sul), ha reavivado el debate sobre los riesgos sanitarios del modelo industrial de producción avícola.

Según Vanessa Garbini, vicepresidenta de relaciones gubernamentales de la organización Mercy for Animals, este brote “sorprende a un total de cero personas que trabajan en este tema.

En una entrevista al podcast Conversa Bem Viver, Garbini criticó la estructura intensiva del sistema agroindustrial brasileño, al que calificó de insostenible desde el punto de vista sanitario, ambiental y social. En la granja afectada, unos 17.000 pollos vivían sin acceso a luz natural ni al aire libre, una práctica común en la ganadería industrial. “Es la rutina del sistema: acumular animales para maximizar ganancias”, señaló.

La activista subraya que, frente a cada nuevo brote, se repiten las mismas medidas paliativas —como prohibiciones de exportación y aislamientos sanitarios— sin abordar las causas estructurales del problema. “Se atacan los síntomas, no el origen. Para los animales y los trabajadores, nada cambia. Siguen en condiciones vulnerables y expuestos al riesgo”, afirmó.

El discurso de que se necesita producir en masa para alimentar a la población, según Garbini, perpetúa un modelo centrado en la proteína animal que ya ha demostrado ser perjudicial. “En términos de salud pública, cambio climático y bienestar animal, este sistema es insostenible. Hay regiones de Brasil donde hay más animales que personas”, alertó.

Mercy for Animals aboga por una transformación estructural del sistema alimentario, con políticas públicas que fomenten la diversidad alimentaria, el consumo de proteínas vegetales y la reducción de la dependencia de la carne. “Necesitamos desmantelar este sistema intensivo. Sólo así podremos garantizar condiciones mínimas de dignidad para los animales y mejores condiciones para los trabajadores”, afirmó.

Una de las propuestas es promover una alimentación menos centrada en productos animales —pollo, carne de res, pescado y huevos— y más rica en legumbres, cereales y vegetales. Garbini señala que gran parte de los cultivos de soja en Brasil se destinan a alimentar animales, cuando podrían usarse directamente en la alimentación humana. “Accedemos al potencial nutricional de las legumbres de forma indirecta. Es hora de ir directo a la fuente”, propone.

Para los consumidores con posibilidad de elección, la recomendación es informarse sobre el origen de sus alimentos y abrirse a nuevas opciones. “Una dieta colorida, rica en vegetales, legumbres y cereales puede ser completa y sabrosa”, dijo, destacando que reducir el consumo de carne, incluso sin eliminarla por completo, ya representa un avance significativo.

En cuanto al papel del Estado, Garbini considera fundamental la implementación de políticas que favorezcan la agroecología. Este movimiento, cada vez más presente en Brasil, trabaja por una producción de alimentos sostenible y por el acceso de comunidades vulnerables a alimentos saludables, combatiendo los “desiertos” y “pantanos” alimentarios.

La entrevistada concluyó con un mensaje de esperanza: “Brasil avanza, a pesar de los desafíos. La agroecología nos muestra que es posible producir alimentos sin repetir los errores del pasado. La transformación del sistema alimentario no sólo es urgente: es posible y necesaria”.

|