La industria global de alimentos enfrenta cambios profundos impulsados por la automatización, la digitalización y los desafíos demográficos. En este contexto, 7-Eleven, la cadena de tiendas de conveniencia más grande del mundo, ha comenzado a implementar robots autónomos en sus operaciones en Japón con el objetivo de garantizar la continuidad del servicio y mejorar la eficiencia en la distribución de productos básicos de alimentación y bebidas.
Con más de 83.000 puntos de venta en casi 20 países, 7-Eleven se ha consolidado como líder en un modelo de negocio centrado en la compra rápida, práctica y cercana al consumidor. En locales de entre 50 y 300 metros cuadrados, la compañía ofrece alimentos preparados, snacks, bebidas frías y calientes, así como productos de primera necesidad. Este esquema, que depende de una operación precisa y ágil, hoy se ve presionado por la escasez de mano de obra en Japón, el segundo mercado más importante para la marca.
Impacto de la falta de personal en el retail alimentario
Japón atraviesa una crisis laboral sin precedentes. Su población activa disminuye desde finales de los años 90, y un tercio de los ciudadanos ya supera los 65 años. De acuerdo con un informe de 2023, el país enfrentará un déficit de 3,4 millones de trabajadores hacia 2030, cifra que podría crecer hasta los 11 millones en 2040. Esta situación afecta directamente a sectores que requieren presencia constante en tienda, como la venta de alimentos listos para consumir, bebidas y productos frescos.
Ante este panorama, 7-Eleven apuesta por la automatización como respuesta estratégica. Los robots introducidos en Tokio están diseñados para realizar tareas rutinarias como reabastecer estanterías y limpiar superficies, dos procesos críticos en la operación diaria que aseguran la disponibilidad de productos alimenticios y la higiene del espacio.
Robótica aplicada al consumo de alimentos
La integración de estas tecnologías en el retail alimentario no solo busca cubrir vacíos laborales, sino también optimizar la experiencia del consumidor. Un estante siempre abastecido de productos frescos y una tienda limpia refuerzan la percepción de calidad y confianza, aspectos clave en la decisión de compra de alimentos.
Además, 7-Eleven explora soluciones de entrega a domicilio con robots de cuatro ruedas, que recorren las aceras de Tokio para llevar pedidos hasta la puerta del cliente. Este servicio, actualmente en fase de prueba hasta 2026, se presenta como un recurso para responder tanto a la falta de conductores como al crecimiento de una clientela envejecida, que demanda accesibilidad y conveniencia en la compra de alimentos.
Un cambio de paradigma en el sector
La apuesta de 7-Eleven refleja una tendencia global en la industria alimentaria minorista: la incorporación de la robótica no solo como mecanismo de ahorro de costos, sino como herramienta para garantizar el abastecimiento seguro y constante en un contexto de cambios demográficos.
Hiroki Takei, jefe de operaciones de la cadena en Japón, lo resume así: “Queremos aumentar la productividad, pero también liberar tiempo para que los empleados puedan enfocarse en innovar con nuevos surtidos de productos y servicios.” En el sector de alimentos, esto significa ampliar la oferta de productos preparados, frescos y personalizados, adaptados a los hábitos de consumo actuales.
Perspectivas para el futuro
Si las pruebas resultan exitosas, la incorporación de robots en tiendas y servicios de entrega podría convertirse en un estándar en el retail de alimentos en Asia, con posibilidades de expansión a otros mercados. Para una industria que enfrenta desafíos de personal, altos costos logísticos y consumidores más exigentes, la experiencia de 7-Eleven en Japón podría marcar el camino hacia una nueva era de automatización alimentaria.