En el corazón de la Región de Aysén, un grupo de emprendedores locales, en conjunto con investigadores del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), avanza en el desarrollo de un suplemento alimenticio que podría convertirse en un hito para la industria del bienestar.
El proyecto, bautizado como “Makus”, aprovecha los compuestos bioactivos de las hojas de maqui (Aristotelia chilensis), una planta nativa del sur de Chile reconocida por su extraordinaria capacidad antioxidante.
La iniciativa es liderada por los hermanos Carlos y Lucía Soto Salas, quienes encontraron en la ciencia aplicada una forma de unir su interés por la salud, la innovación y el patrimonio natural de Aysén. Su propuesta recibió apoyo del Comité de Desarrollo Productivo Regional (CDPR Aysén) y de Corfo, a través del programa Súmate a Innovar, además del respaldo científico del CREAS, ubicado en el campus Curauma de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
De los frutos a las hojas: un hallazgo científico
Si bien el maqui es conocido a nivel internacional por el alto contenido antioxidante de sus frutos, recientes investigaciones han revelado que las hojas poseen incluso una mayor concentración de compuestos fenólicos y antioxidantes. Este descubrimiento abre una oportunidad inédita para valorizar una parte de la planta que hasta ahora había sido poco estudiada y escasamente utilizada en aplicaciones comerciales.
De acuerdo con Javier Barraza, ingeniero de Desarrollo de CREAS, el equipo analizó distintas alternativas tecnológicas para procesar la hoja de maqui y convertirla en un suplemento de calidad. Se evaluaron cuatro métodos de secado —convectivo, al vacío, infrarrojo y tambor rotatorio— con el fin de preservar al máximo los compuestos bioactivos presentes en la materia prima.
La investigación puso especial atención en moléculas de interés como resveratrol, quercetina y antocianinas, todas ellas relacionadas con efectos positivos sobre la salud. Estos compuestos han sido estudiados por su capacidad de contrarrestar el estrés oxidativo, un proceso que puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como cáncer y patologías cardiovasculares.
Innovación con identidad territorial
El suplemento desarrollado por Makus busca posicionarse en el mercado como una alternativa natural que no solo responde a tendencias globales de consumo saludable, sino que también rescata el valor del territorio patagónico chileno. Para los hermanos Soto, la inspiración no provino únicamente de la ciencia, sino también de un vínculo profundo con la naturaleza de su región.
“Queríamos crear un producto que reuniera lo mejor de la investigación científica con el respeto por nuestros recursos locales. El maqui es parte de nuestra identidad, y descubrir el potencial de sus hojas nos abrió una puerta enorme para innovar”, comenta Carlos Soto.
Además de su potencial nutricional, el proyecto también busca generar impacto económico en la zona, fomentando el emprendimiento local y ampliando las oportunidades de desarrollo en un territorio históricamente aislado de los grandes centros productivos.
Hacia un suplemento con proyección global
Con el apoyo de CREAS y Corfo, el siguiente paso de Makus será avanzar en la validación de su producto a nivel regulatorio y proyectar su llegada al mercado nacional e internacional. El suplemento, que se presentará en cápsulas, pretende insertarse en la creciente industria de alimentos funcionales, que hoy moviliza millones de dólares en todo el mundo.
En este escenario, Makus se perfila no solo como un emprendimiento innovador, sino como un modelo de cómo la ciencia y el emprendimiento regional pueden converger para crear soluciones de impacto global. Al transformar las hojas de maqui en un suplemento natural, el proyecto no solo aporta al bienestar de los consumidores, sino que también fortalece el liderazgo de Chile en el desarrollo de ingredientes con alto valor agregado y origen local.