Tijuana vivió una verdadera fiesta gastronómica con la realización de la 12ª edición del Festival del Taco y la Salsa, un evento que ya se ha convertido en un referente local y regional por su capacidad de reunir a los amantes de la cocina mexicana, emprendedores, productores y turistas en un solo lugar.
Durante el fin de semana, la explanada del Centro Cultural Tijuana (CECUT) se llenó de aromas, colores y sabores que cautivaron a los más de 15 mil asistentes que se dieron cita para disfrutar de esta celebración. El festival contó con la participación de más de 140 expositores, de los cuales 30 fueron taqueros, mientras que el resto ofreció artesanías, bebidas y otras opciones gastronómicas, fortaleciendo así el ecosistema culinario y cultural de la ciudad.
Carlos Zúñiga, integrante del equipo de Relaciones Públicas del evento, destacó que el festival ha tenido una excelente recepción por parte del público, no solo local, sino también de visitantes provenientes de otros municipios y de Estados Unidos.
“Este festival ya no es solo de Tijuana, cada vez más gente viene de fuera a conocerlo. Eso demuestra que la gastronomía también puede ser un motor turístico y económico para la región”, comentó.
Una de las propuestas más comentadas fue la de Agredano’s Burguer, una hamburguesería que, a pesar de no ofrecer tacos, fue muy bien recibida por los asistentes. José Luis Mendoza, representante del negocio, explicó que su marca nació a partir de la influencia de cadenas internacionales, pero con una identidad propia basada en recetas artesanales.
“Aquí hemos comprobado que el público está abierto a nuevas propuestas. Participar en este tipo de eventos nos permite darnos a conocer, crecer como marca y ser parte de la comunidad gastronómica”, señaló.
El festival no solo fue un espacio para degustar platillos, sino también un punto de encuentro para la promoción de productos locales y el fortalecimiento de la economía regional. Artesanos, cocineros independientes y pequeños productores tuvieron la oportunidad de conectar con nuevos públicos, vender sus productos y posicionarse en el mercado.
Los asistentes pudieron disfrutar de una amplia gama de tacos, desde los tradicionales hasta versiones con mariscos, carne asada o propuestas vegetarianas, acompañados de una increíble variedad de salsas, algunas picantes, otras dulces o con ingredientes poco convencionales. Además, el evento ofreció bebidas artesanales, postres, así como productos hechos a mano, desde joyería hasta artículos decorativos.
La combinación entre comida, cultura y emprendimiento convierte al Festival del Taco y la Salsa en una plataforma que va más allá de la gastronomía. Se trata de una iniciativa que fomenta la identidad local, el turismo, y el desarrollo de una industria alimentaria más diversa, creativa e inclusiva.
Cada edición representa una oportunidad para visibilizar el talento culinario de Baja California y para que nuevos negocios puedan abrirse paso en un mercado competitivo. Además, refuerza la importancia del consumo local y del trabajo colaborativo entre diferentes sectores.
“La gastronomía mexicana es una de nuestras mayores riquezas culturales. Cuando se crean espacios como este, no solo se celebra el sabor, también se apoya al emprendedor, al artesano y a toda una cadena de valor que hace posible llevar estos productos al público”, añadió Zúñiga.
Con su duodécima edición, el Festival del Taco y la Salsa reafirma su papel como un evento clave para el impulso de la industria alimentaria en el país, proyectando a Tijuana como una ciudad donde la innovación, la tradición y el sabor se encuentran en cada bocado.