Una nueva etapa se abre para la fruticultura y floricultura en Colombia con el nacimiento de COL Jardines, una plataforma agrícola binacional que une a dos familias con profundas raíces en el campo: los Afanador, fundadores de Proplantas en Colombia, y los Goycoolea, líderes de Grupo Hijuelas en Chile.
Esta alianza estratégica no solo representa una fusión empresarial, sino la proyección de una visión compartida que apuesta por el desarrollo rural, la transferencia tecnológica y la internacionalización del agro colombiano.
Lejos de ser una joint-venture convencional, COL Jardines encarna el resultado de años de colaboración, conversaciones y vínculos construidos con propósito. Como relata Gaspar Goycoolea, presidente de Grupo Hijuelas, la semilla de esta alianza fue sembrada gracias a una figura emblemática para ambas familias: Víctor Moller, fundador de Hortifrut, quien impulsó conexiones profundas en el mundo agrícola latinoamericano. “Esta unión es un proyecto de vida, con historia y visión”, remarca Goycoolea.
Con más de 15 años de experiencia en la introducción y desarrollo del arándano en Colombia, Proplantas ha sido un actor clave en la consolidación de este cultivo en el país, generando una red de productores y asesoramiento técnico especializado. Ahora, con el respaldo de Grupo Hijuelas —reconocido a nivel internacional por su innovación genética y sistemas de propagación de vanguardia—, COL Jardines apunta a entregar una nueva generación de plantas frutales con genética validada, calidad garantizada y orientación al mercado global.
Para Luis Carlos Afanador, gerente general de Proplantas y Hortifrut Colombia, esta alianza representa un salto cualitativo en la forma en que se concibe el agro en la región. “Este no es un proyecto motivado por el lucro inmediato, sino por el deseo genuino de construir futuro. Queremos generar una plataforma que lleve al productor colombiano a otro nivel de competitividad, con acceso real a genética avanzada y acompañamiento técnico permanente”.
En esa línea, COL Jardines inicia su trabajo enfocado en frutales menores como arándanos, frutillas y cerezas, con el objetivo de adaptar nuevas variedades a las condiciones agroclimáticas de Colombia y acompañar su desarrollo con procesos técnicos y comerciales orientados a la exportación. Según Juan Ignacio Goycoolea Sone, CEO de Grupo Hijuelas, el valor diferenciador estará en una oferta genética de alto estándar, respaldada por experiencia científica, tecnología de propagación y demanda comprobada en los principales mercados.
El nombre COL Jardines tiene un profundo valor simbólico. Es un homenaje a la primera empresa de la familia Afanador, creada hace más de cinco décadas por Gerardo Afanador, pionero de la floricultura colombiana. Retomar ese nombre representa, en palabras de Luis Carlos, “una forma de honrar nuestra historia y proyectarla hacia un futuro con mayor impacto”. Así, lo que comenzó como un sueño familiar hoy toma una nueva dimensión regional.
El equipo fundador, que también incluye a Adriana Afanador, destaca que COL Jardines no es solo una apuesta por el desarrollo del agro colombiano, sino por la construcción de una red de trabajo colaborativo entre productores, inversionistas, empresas y territorios. “Queremos dejar huella. Estamos convencidos de que la innovación en el agro debe ir de la mano con la cercanía humana y el compromiso de largo plazo”, subraya Adriana.
COL Jardines se posiciona así como una plataforma agrícola con visión transformadora, donde el conocimiento técnico, el legado familiar y la ambición de crecimiento regional convergen. En un momento en que el agro latinoamericano demanda sostenibilidad, innovación y alianzas sólidas, esta iniciativa binacional ofrece una hoja de ruta clara: construir desde la tierra, con tecnología, propósito y raíces profundas.