FoodNewsLatam - Plantas medicinales bajo la lupa científica, la seguridad e innovación para el sector alimenticio

Plantas medicinales bajo la lupa científica, la seguridad e innovación para el sector alimenticio

México Ingredientes

La búsqueda de ingredientes naturales que contribuyan a la salud metabólica ha cobrado una nueva relevancia en el sector alimenticio.

En este contexto, investigadores de la Universidad de Guanajuato (UG), en México, desarrollan desde hace cinco años un ambicioso proyecto para estudiar los efectos de ciertas plantas medicinales, particularmente el cuachalalate y el pochote, en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico, como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y el exceso de colesterol y triglicéridos.

Este esfuerzo, liderado por el profesor e investigador Ángel Josabad Alonso Castro, de la División de Ciencias Naturales y Exactas (DCNE), tiene como objetivo identificar compuestos naturales que no solo resulten efectivos, sino también seguros para su eventual incorporación en productos alimenticios funcionales o suplementos regulados, un aspecto crítico en términos de inocuidad y salud pública.

Una investigación con rigor científico
El proyecto comenzó con la evaluación de más de 100 plantas medicinales utilizadas tradicionalmente en México, a partir de información recopilada desde 1950. Sin embargo, solo seis fueron seleccionadas para estudios avanzados, y de estas, únicamente dos —el cuachalalate y el pochote— pasaron las pruebas más estrictas de laboratorio. Actualmente, sus extractos están siendo analizados en modelos animales genéticamente predispuestos al síndrome metabólico.

“Uno de los extractos mostró una reducción significativa en la grasa visceral, y el otro una disminución en los niveles de glucosa y triglicéridos”, señaló Alonso Castro. Estos resultados preliminares abren la puerta a futuras aplicaciones en el desarrollo de productos alimenticios con propiedades funcionales, siempre que se cumplan los requisitos de seguridad alimentaria exigidos por la legislación mexicana.

Inocuidad: un aspecto clave
El investigador subraya que, aunque se trata de plantas “naturales”, ello no garantiza su inocuidad. “Es un error común pensar que lo natural es automáticamente seguro. Hay compuestos que pueden generar toxicidad hepática o afectar negativamente a otros órganos si se consumen sin control ni evidencia científica”, explicó.

Por eso, el estudio no solo se centra en los efectos terapéuticos, sino también en la toxicidad a nivel bioquímico, incluyendo el análisis de enzimas hepáticas para detectar posibles daños al hígado. “Estamos midiendo parámetros enzimáticos que aumentan cuando hay toxicidad. En los seres humanos, por ejemplo, una señal de daño hepático es el color amarillento en los ojos”, añadió.

Regulación y vínculo con la industria alimentaria
El avance de este tipo de investigaciones también pone en evidencia la necesidad de fortalecer los vínculos entre la academia y el sector alimenticio. Para que los extractos o ingredientes naturales lleguen al mercado de manera segura, deben cumplir con las normativas que exige la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

“Muchas empresas venden productos herbolarios como suplementos alimenticios, lo que les permite esquivar ciertas regulaciones. Sin embargo, si un producto tiene efectos farmacológicos comprobados, debe ser registrado como medicamento herbolario, lo que implica estudios de inocuidad, eficacia, y autorizaciones oficiales”, advirtió Alonso Castro.

En este sentido, el investigador hizo un llamado a la industria alimentaria y de suplementos a colaborar con universidades y centros de investigación. “Es indispensable que los productos con base en plantas medicinales estén respaldados por evidencia científica, no solo para proteger la salud del consumidor, sino también para garantizar la calidad y credibilidad del producto en un mercado cada vez más exigente”.

Un patrimonio natural aún por explorar
Tanto el cuachalalate, que crece en el centro y sur de México, como el pochote, originario de la región de Irapuato, representan un potencial enorme no solo para el desarrollo de nuevos alimentos funcionales, sino también como parte del patrimonio botánico mexicano aún poco explorado con rigor científico.

La investigación continúa, con el apoyo de instituciones como el Instituto de Química y el Instituto de Neurobiología de la UNAM, así como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, confirmando que el futuro de la salud preventiva podría encontrarse en nuestras raíces… pero siempre bajo los estándares de la ciencia y la inocuidad alimentaria.

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