Para la industria cervecera y de bebidas la flexibilidad en el embalaje final es cada vez más importante. Con frecuencia el cliente debe colocar envases individuales, el envase primario, primero en multiempaques secundarios cómodos y prácticos, los cuales a continuación son embalados en embalajes finales terciarios adecuados. Debido a que tanto los multiempaques así como los embalajes finales deben seguir las tendencias cambiantes de consumo y además varían las exigencias de los grupos objetivos, de las costumbres de consumo o de los países de exportación, se requiere una flexibilidad máxima en el proceso de cambio de equipo.
