En el marco de su compromiso con la inocuidad alimentaria y la sostenibilidad, Cargill Food Latinoamérica presentó recientemente una serie de consejos prácticos para el manejo del pollo, dirigidos a consumidores, distribuidores y profesionales de la industria alimentaria. La iniciativa busca promover hábitos de preparación seguros, reducir el desperdicio de alimentos y reforzar la confianza del consumidor en uno de los productos más consumidos en la región.
El pollo, proteína esencial en la región
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el pollo es la proteína animal más consumida en América Latina, con un promedio superior a 40 kilogramos por persona al año en países como Brasil, México y Colombia. Su accesibilidad económica, versatilidad culinaria y perfil nutricional lo convierten en un pilar de la dieta diaria.
Ante esta realidad, Cargill Food Latinoamérica busca aportar valor no solo como productor y distribuidor, sino también como agente educativo, brindando herramientas que aseguren el consumo responsable y saludable del pollo en los hogares y negocios de la región.
Consejos para el manejo responsable del pollo
Durante la presentación, los especialistas de Cargill enfatizaron tres ejes centrales: seguridad alimentaria, conservación adecuada y preparación responsable.
Conservación en frío: se recomienda mantener el pollo refrigerado a temperaturas entre 0 °C y 4 °C y no superar las 48 horas antes de su cocción. Para congelación, la temperatura ideal es de -18 °C, lo que permite conservar la calidad del producto por hasta 12 meses.
Descongelación segura: debe realizarse dentro del refrigerador y nunca a temperatura ambiente, para evitar la proliferación de bacterias como la Salmonella o E. coli.
Higiene en la preparación: separar siempre el pollo crudo de otros alimentos, usar tablas de cortar exclusivas para carnes y lavarse las manos antes y después de manipularlo.
Cocción completa: la temperatura interna debe alcanzar los 74 °C, garantizando que el producto esté libre de riesgos microbiológicos.
Prevención del desperdicio: planificar porciones adecuadas y aprovechar subproductos del pollo (caldos, sopas, guisos) ayuda a reducir mermas y contribuye a una alimentación más sostenible.
Impacto comercial y de sostenibilidad
Cargill Food Latinoamérica no solo busca garantizar la seguridad del consumidor, sino también impulsar la eficiencia en toda la cadena alimentaria. Según datos internos de la compañía, mejorar las prácticas de manejo puede reducir en hasta un 20% el desperdicio de pollo en puntos de venta minoristas y restaurantes.
Asimismo, la empresa resaltó su inversión en empaques innovadores que prolongan la vida útil del pollo fresco, reducen el uso de plásticos convencionales y minimizan la huella ambiental. Estas acciones responden a la tendencia global hacia un consumo más responsable y consciente, donde la sostenibilidad es un factor decisivo en la elección de compra.
La presentación de los consejos de manejo del pollo por parte de Cargill Food Latinoamérica refuerza el papel de la compañía como líder en seguridad alimentaria, sostenibilidad e innovación en el sector de proteínas. Con esta iniciativa, Cargill no solo fortalece la confianza del consumidor, sino que también impulsa a la industria regional a adoptar mejores prácticas, alineando salud, eficiencia y responsabilidad ambiental en torno a uno de los alimentos más importantes de la dieta latinoamericana.