FoodNewsLatam - La ultracongelación gana terreno en Chile: ciencia, tecnología y mercado respaldan su expansión

La ultracongelación gana terreno en Chile: ciencia, tecnología y mercado respaldan su expansión

Chile Procesos / Envases

La industria hortofrutícola chilena —responsable de más del 10% del total de exportaciones agroalimentarias del país— se encuentra en una etapa de transformación tecnológica.

Frente a la creciente demanda internacional por alimentos seguros, saludables y con alta trazabilidad, la ultracongelación se consolida como una herramienta estratégica que combina innovación, sustentabilidad y valor agregado. Esta técnica no solo optimiza la logística y reduce el desperdicio alimentario, sino que, según la evidencia científica más reciente, preserva prácticamente intactas las propiedades nutricionales de frutas y verduras.

La ciencia detrás de la ultracongelación

Investigaciones publicadas por el medio especializado Fruit Today y respaldadas por estudios del Institute of Food Research (Reino Unido) y la Universidad de California, Davis, confirman que la ultracongelación —a temperaturas que oscilan entre los -30°C y -50°C— evita el deterioro celular que ocurre en los métodos de congelación convencional.

Durante este proceso, el agua contenida en el tejido vegetal se transforma en microcristales de hielo, tan pequeños que no rompen la estructura celular. Este fenómeno es clave: al descongelarse, el vegetal mantiene su textura, color, aroma y contenido vitamínico, incluyendo nutrientes termolábiles como la vitamina C, el ácido fólico y los polifenoles antioxidantes.

Un estudio del Journal of Food Composition and Analysis (2023) reveló que las espinacas ultracongeladas conservan hasta 95% de su contenido de vitamina C, frente al 70% de las refrigeradas por más de una semana. Lo mismo ocurre con el brócoli, los guisantes y las zanahorias, que muestran estabilidad nutricional y microbiológica hasta 12 meses después del procesamiento.

Implicaciones para la industria chilena

Chile cuenta con más de 25 plantas de congelado industrial, principalmente en las regiones del Maule, Ñuble y O’Higgins, donde se concentra el 60% de la producción hortícola nacional. Empresas como Agrozzi, Frutícola Olmué y Alifrut han incorporado túneles de ultracongelación y sistemas IQF (Individual Quick Freezing), que permiten congelar cada pieza por separado en cuestión de minutos, mejorando la eficiencia energética y reduciendo pérdidas postcosecha.

El impacto de esta tecnología es doble:

Valor nutricional y confianza del consumidor: En el mercado interno, el auge de los productos ultracongelados responde al cambio de hábitos del consumidor urbano, que busca practicidad sin renunciar a la calidad. En Chile, las ventas de vegetales congelados crecieron un 18% anual entre 2020 y 2024, según NielsenIQ. La ultracongelación garantiza inocuidad y permite a los procesadores respaldar sus productos con certificaciones como HACCP, BRC e ISO 22000.

Expansión exportadora y desestacionalización: En 2024, Chile exportó más de 400 mil toneladas de frutas y hortalizas congeladas, por un valor cercano a US$ 650 millones, principalmente a Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea. Gracias a la ultracongelación, los productores locales pueden mantener la calidad organoléptica y nutricional durante los largos trayectos marítimos, al tiempo que extienden la vida comercial de productos estacionales como el choclo, la frutilla o la espinaca.

Una estrategia para el futuro agroalimentario

En un contexto de cambio climático y presión por la sostenibilidad, la ultracongelación se alinea con las metas nacionales de reducir el desperdicio alimentario —que en Chile supera el 30% en frutas y verduras frescas— y fortalecer la competitividad internacional. Con la incorporación de tecnología de trazabilidad digital, energías renovables y almacenamiento inteligente, Chile se perfila como un referente regional en procesamiento alimentario de alta calidad, donde la ciencia y la innovación garantizan frescura, valor y confianza.

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