El mercado colombiano de bebidas alcohólicas vive una etapa de profunda transformación, con nuevos actores que buscan posicionarse en un escenario tradicionalmente dominado por marcas históricas y empresas regionales.
En este contexto de competencia creciente, una reciente disputa legal entre dos gigantes del sector, la Empresa de Licores de Cundinamarca y la Industria Licorera de Caldas, refleja no solo la intensidad del negocio, sino también los desafíos que enfrenta la industria para expandirse en un mercado cada vez más abierto y competitivo.
El enfrentamiento más reciente tuvo como protagonista al Aguardiente Néctar Dorado, un producto de la Licorera de Cundinamarca que ha irrumpido con fuerza en el segmento de bebidas premium. Al otro lado del ring, la Licorera de Caldas, reconocida por su exitoso Ron Viejo de Caldas y su Aguardiente Amarillo de Manzanares, intentó frenar la expansión de Néctar Dorado argumentando posibles confusiones con su línea de productos, en particular con la versión Gold de su ron insignia.
El gerente de la Licorera de Cundinamarca, Nicolás Forero, defendió la legalidad y la diferenciación de su producto, respaldado por una estrategia que busca convertir a Néctar Dorado en el nuevo protagonista de la vida nocturna y las fiestas en todo el país. Para Forero, la reciente obtención del Superior Taste Award en Bruselas es prueba de la calidad de su aguardiente, que ha recibido elogios por su sabor y aroma. Este reconocimiento internacional no solo refuerza la imagen del producto sino que fortalece su posicionamiento en un mercado local donde los consumidores valoran cada vez más las bebidas de calidad.
Por su parte, la Licorera de Caldas, liderada por Diego Angelillis Quiceno, acudió a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) buscando impedir el registro de la marca Néctar Dorado. Los abogados de Caldas alegaron que la similitud entre el término "Dorado" y la presentación "Gold" del Ron Viejo de Caldas podría inducir a error a los consumidores. Argumentaron que, en un mercado de bebidas alcohólicas, el color dorado es un atributo distintivo que puede generar confusión en la elección del producto.
Sin embargo, los abogados de la Empresa de Licores de Cundinamarca refutaron dichos argumentos, destacando diferencias claras en la identidad visual, ortografía y tipografía de ambos productos, así como en la categoría de bebidas que representan (ron y aguardiente). Para los representantes de Cundinamarca, estas diferencias son suficientes para evitar cualquier malentendido entre los consumidores.
Tras analizar los argumentos de ambas partes, la Superindustria concluyó en primera instancia que no existe un riesgo real de confusión entre las dos marcas y, por tanto, autorizó el registro de Aguardiente Néctar Dorado. Esta decisión representa un triunfo clave para la Licorera de Cundinamarca, que ahora podrá seguir adelante con sus ambiciosos planes de expansión a nivel nacional.
Este caso refleja la creciente dinámica competitiva en la industria de bebidas alcohólicas en Colombia, un sector que ha vivido importantes cambios en los últimos años. La prohibición para los gobiernos departamentales de restringir la venta de aguardientes de otras regiones ha abierto el juego, favoreciendo la libre competencia y permitiendo a empresas como la de Cundinamarca proyectarse más allá de sus mercados tradicionales.
Al mismo tiempo, los consumidores colombianos muestran un interés creciente por explorar nuevas propuestas y sabores. Productos como Néctar Dorado, que combinan tradición con estándares internacionales de calidad, tienen ahora una ventana de oportunidad para conquistar un público cada vez más exigente.
Con disputas como la vivida entre Caldas y Cundinamarca, queda claro que la industria de bebidas en Colombia está en plena ebullición. Marcas históricas y nuevas apuestas conviven en un escenario abierto, donde la calidad, la innovación y el posicionamiento estratégico serán las claves para ganar la batalla por el paladar de los colombianos.