Perú, en particular, se posiciona como uno de los países más conscientes en esta transición hacia hábitos alimentarios más saludables. Esta tendencia está obligando a las empresas del sector de consumo masivo a replantear sus estrategias, desde el desarrollo de productos hasta su comunicación.
Según un reciente estudio del Boston Consulting Group (BCG), titulado “Las empresas de productos de consumo necesitan una nueva receta”, el cambio en los hábitos de compra no es superficial ni pasajero. Los consumidores están priorizando alimentos naturales, menos procesados, y con beneficios específicos para la salud. En este contexto, las grandes marcas tradicionales han comenzado a perder terreno frente a startups, marcas propias de supermercados y nuevas empresas que ofrecen alternativas con mejor perfil nutricional.
En el caso peruano, esta evolución ha sido particularmente notoria. El consumidor peruano ha desarrollado una mayor conciencia sobre el impacto de su dieta en la salud personal y familiar. Alimentos funcionales, snacks bajos en azúcar, bebidas naturales y productos con certificaciones orgánicas o sin aditivos químicos están ganando terreno rápidamente. La pandemia, además, aceleró esta transformación al poner en primer plano la importancia de un sistema inmunológico fuerte y una alimentación equilibrada.
A nivel empresarial, este giro representa tanto un desafío como una oportunidad. Las empresas deben actuar con agilidad para responder a las nuevas demandas del mercado. Reformular productos, mejorar la transparencia de los ingredientes y adoptar un discurso coherente en torno a la salud ya no son opcionales: son requisitos para competir.
BCG propone algunas estrategias clave para las compañías que deseen adaptarse y prosperar en este nuevo escenario:
- Reformular productos sin sacrificar sabor: Es esencial lograr el equilibrio entre lo saludable, lo sabroso y lo accesible.
- Innovar con propósito: El desarrollo de productos debe enfocarse en beneficios específicos para el consumidor, como bebidas probióticas, alimentos ricos en fibra, o snacks funcionales.
- Reforzar la comunicación transparente: Los consumidores quieren saber qué están comiendo. Las etiquetas claras y la información honesta son factores decisivos al momento de comprar.
Además, el avance de nuevos medicamentos para el tratamiento de la obesidad y la diabetes, como los GLP-1, también está incidiendo en el mercado, al empujar a más personas a adoptar dietas más saludables como complemento a su tratamiento médico.
En conclusión, el Perú está demostrando ser uno de los mercados más activos y receptivos en la región frente a esta transformación. Las empresas que comprendan la profundidad de este cambio y actúen con visión estratégica estarán mejor posicionadas para liderar en el nuevo ecosistema alimentario latinoamericano.