En la República Dominicana, donde la riqueza frutal es parte esencial de la cultura alimentaria, es común ver mangos, piñas, lechosas, guineos y otras delicias tropicales en cualquier mesa.
Sin embargo, la abundancia y el sabor no siempre se traducen en hábitos saludables si no se consumen con conciencia. Aunque las frutas son fundamentales para una buena alimentación, su consumo excesivo también puede tener efectos no deseados, especialmente en personas con condiciones como la diabetes.
El periódico Hoy conversó con el doctor Osvaldo Peña Tió, presidente de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo, quien explicó con claridad cuál es la cantidad adecuada de frutas que debemos consumir diariamente, y cómo su ingesta puede influir en nuestra salud a corto y largo plazo.
¿Cuál es la cantidad ideal de fruta que debe consumir un dominicano al día?
“El consumo recomendado es de dos porciones de frutas al día”, indicó Peña. Pero aclaró que muchas personas confunden porciones con raciones excesivas: “Una piña completa no es una porción, eso es una ración. Una porción sería una rueda o un pedazo de piña. Lo mismo aplica para otras frutas de gran tamaño”.
Entre los ejemplos que ofreció, una porción puede ser:
- Un mango pequeño o una naranja
- Una manzana, una mandarina o una pera
- Seis uvas grandes u ocho pequeñas
El especialista subrayó que, aunque las frutas aportan múltiples beneficios, el exceso de fructosa (el azúcar natural de las frutas) puede ser contraproducente, especialmente en personas con sobrepeso o resistencia a la insulina.
¿Pueden los diabéticos consumir frutas tropicales?
La respuesta es sí, pero con moderación y bajo orientación médica. “Un diabético puede comerse un mango banilejo si está bien medicado. El problema es si se come diez”, explicó Peña. “Todo está en las cantidades”, añadió. Este punto es particularmente importante en la República Dominicana, donde las frutas tropicales son accesibles, dulces y forman parte de la identidad culinaria. Por ello, conocer las porciones y tipos adecuados puede marcar la diferencia entre una dieta balanceada y una que propicie desequilibrios metabólicos.
Peña también destacó la importancia de variar el tipo de frutas que se consume a diario, y prestar atención a su color. “El color influye mucho. Las frutas o vegetales color mamey, como la lechosa, el mango, la zanahoria o la auyama, son ricas en provitamina A”, señaló. Este nutriente es esencial para la salud visual, el sistema inmunológico y la piel.
Los frutos rojos, como las fresas o cerezas (aunque menos comunes en el Caribe), son ricos en antioxidantes, mientras que los cítricos como la naranja o el limón, además de vitamina C, ayudan a reforzar las defensas del organismo.
Beneficios de las frutas para la salud digestiva
Uno de los aportes más importantes de las frutas es su alto contenido en fibras, fundamentales para una buena salud digestiva. “Ayudan a regular el tránsito intestinal, disminuyen el estreñimiento —un problema muy común en la población dominicana, especialmente en mujeres— y también contribuyen a reducir el colesterol y el azúcar en sangre”, explicó el doctor Peña. A su juicio, el estreñimiento crónico debe ser atendido con seriedad, ya que puede estar asociado a enfermedades graves como el cáncer colorrectal, cuya incidencia ha ido en aumento en varios países de la región.
¿Crudas o cocidas? Mejor frescas
En cuanto a la forma de consumir las frutas, el nutriólogo fue claro: mejor crudas que cocidas. “Las vitaminas son muy sensibles al calor, por eso lo ideal es comerlas frescas, recién cortadas”, apuntó. Al cocinarlas, muchas de sus propiedades se pierden, especialmente las vitaminas hidrosolubles como la C y algunas del grupo B.
República Dominicana cuenta con una enorme riqueza en frutas tropicales, lo que representa una gran oportunidad para mejorar la salud pública. Sin embargo, como toda buena herramienta, su consumo debe ser guiado por el conocimiento y la moderación.
“El truco está en las porciones, la variedad y el colorido”, concluyó el especialista. Comer frutas todos los días es una excelente práctica, pero siempre en la cantidad adecuada, eligiendo opciones locales y variadas que nutran y beneficien al cuerpo sin excesos.