La industria acuícola de Centroamérica celebra un nuevo hito en su camino hacia la sostenibilidad. BioMar Costa Rica, parte del grupo internacional BioMar Group, ha obtenido la Certificación de Alimentos Balanceados del Aquaculture Stewardship Council (ASC) en su planta de producción ubicada en Cañas, Guanacaste.
Esta certificación consolida a BioMar como un actor fundamental en la transformación responsable del sector acuícola en la región.
La planta de BioMar abastece alimentos para especies como camarón, tilapia y otros peces marinos, destinados a productores de América Central, el Caribe y América del Norte. Ahora, con la certificación ASC, se convierte en un proveedor alineado con los más altos estándares internacionales de sostenibilidad ambiental, bienestar animal y responsabilidad social. Este logro no solo reafirma el compromiso de la compañía con la producción responsable, sino que también abre nuevas oportunidades de mercado para sus clientes, quienes buscan diferenciarse en un escenario cada vez más exigente.
“Obtener la Certificación de Alimentos ASC demuestra nuestra dedicación a impulsar un cambio positivo en la industria acuícola”, expresó Jorge Vargas, director general de BioMar Costa Rica. “Con esta certificación, podremos brindar acceso a alimentos que cumplen con los criterios ASC en la región y apoyar los esfuerzos de nuestros clientes para satisfacer la creciente demanda de productos del mar sostenibles en los mercados globales”.
La certificación ASC para alimentos balanceados es una de las más rigurosas del mundo. Evalúa aspectos clave como la trazabilidad de ingredientes, la eficiencia en el uso de recursos, las condiciones laborales en las plantas y el impacto ambiental de la producción. Obtenerla representa un desafío significativo que requiere años de trabajo continuo, implementación de buenas prácticas y auditorías externas exhaustivas.
Para BioMar Costa Rica, este reconocimiento es el resultado de un enfoque estratégico que integra innovación tecnológica, desarrollo local y compromiso con la biodiversidad marina. A lo largo de los últimos años, la empresa ha implementado mejoras sustanciales en sus procesos productivos, priorizando ingredientes sostenibles, reduciendo la huella de carbono y fortaleciendo sus programas de formación para colaboradores y proveedores.
La importancia de este logro trasciende lo técnico: representa una oportunidad para que toda la cadena de valor acuícola centroamericana se fortalezca. Cada vez más consumidores , especialmente en Europa y Norteamérica, exigen que los productos del mar provengan de fuentes responsables, con certificaciones verificables. Al contar con alimentos balanceados certificados, los productores locales podrán optar a certificaciones propias y acceder a mercados premium que valoran la sostenibilidad como un diferencial.
Además, BioMar reafirma con esta certificación su rol como líder regional en soluciones nutricionales innovadoras. Desde su base en Costa Rica, la empresa no solo produce alimentos de alto rendimiento, sino que también actúa como motor de cambio, generando capacidades técnicas en la región, promoviendo prácticas responsables y colaborando con comunidades pesqueras en iniciativas de desarrollo sostenible.
De cara al futuro, BioMar planea seguir ampliando su cartera de productos certificados, acompañando a sus clientes en la transición hacia modelos de producción más sostenibles. Esta visión, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsa a la empresa a seguir invirtiendo en innovación, transparencia y alianzas estratégicas.
La certificación ASC es, entonces, mucho más que un sello: es una declaración de principios. Una muestra de que es posible producir alimentos acuícolas de manera responsable, sin comprometer el ambiente ni las comunidades. Y que, desde Costa Rica, se puede liderar un cambio profundo y duradero en la manera en que se alimenta al mundo desde el mar.
Con esta certificación, BioMar Costa Rica también se convierte en un referente para otros actores de la industria en América Latina, demostrando que la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una estrategia viable y necesaria. Su ejemplo puede inspirar a más productores a seguir este camino, creando un efecto multiplicador que eleve los estándares de toda la cadena acuícola regional. En un contexto global donde la seguridad alimentaria y el cuidado ambiental son prioridades, avances como este muestran que la innovación y la responsabilidad pueden ir de la mano, incluso en industrias tan desafiantes como la producción de alimentos para acuicultura.