La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha determinado que el colorante rojo 3, también conocido como eritrosina o FD&C Rojo No. 3, representa un riesgo sanitario para la población mexicana.
Utilizado en productos como Takis Fuego, gelatinas D’Gari, atoles saborizados y galletas de colores, este aditivo superaría los límites seguros de consumo establecidos a nivel internacional, por lo que se prevé su prohibición en México en los próximos meses.
La medida se formalizará con la actualización del Acuerdo sobre aditivos y coadyuvantes en alimentos, bebidas y suplementos alimenticios, próxima a publicarse en el Diario Oficial de la Federación. Una vez en vigor, la eritrosina será eliminada de la lista de sustancias permitidas con Ingesta Diaria Admisible (IDA). Cofepris planea otorgar a las empresas un plazo de 24 meses para reformular sus productos y adaptarse a la nueva regulación, buscando evitar un desabasto de alimentos procesados.
Una decisión alineada con estándares internacionales
La decisión de Cofepris sigue los pasos de otras agencias internacionales. En octubre de 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) revocó el permiso para el uso del colorante rojo 3, tras estudios que lo vincularon con casos de cáncer de tiroides en ratas macho. Aunque no se ha demostrado un efecto similar en humanos, la FDA aplicó el principio de precaución respaldándose en la Cláusula Delaney, que prohíbe autorizar cualquier sustancia si existe evidencia de que causa cáncer en humanos o animales.
De forma paralela, la Unión Europea y el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) también han realizado evaluaciones que han influido en la postura regulatoria de México.
Productos comunes bajo revisión
Según Cofepris, se ha identificado la presencia de eritrosina en productos ampliamente consumidos en el país, como las galletas Arcoíris de Gamesa, el atole sabor fresa de Maizena, y las gelatinas instantáneas D’Gari. La autoridad concluyó que la exposición acumulada al colorante en estos productos supera los niveles considerados seguros, lo que refuerza la necesidad de su retirada gradual del mercado.
En un informe dirigido al Congreso de la Ciudad de México, la agencia sanitaria explicó que la medida será escalonada, para permitir que las industrias alimentarias ajusten sus fórmulas sin causar interrupciones en la oferta de productos procesados.
Exhorto del Congreso y llamado a la acción
La discusión sobre los riesgos del colorante rojo 3 ya había llegado al Congreso de la Unión a inicios de 2025. La diputada María Isidra de la Luz Rivas, del Partido del Trabajo, presentó un punto de acuerdo solicitando a Cofepris que evaluara el riesgo de este aditivo y, de ser necesario, lo eliminara del listado de sustancias permitidas.
Aunque la evidencia sobre sus efectos en humanos no es concluyente, la diputada subrayó que mantener el uso de un compuesto con posibles efectos cancerígenos sin una evaluación nacional actualizada podría representar un riesgo para la salud pública a largo plazo.
Profeco sugiere alternativas naturales
Ante la inminente prohibición, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomendó a la ciudadanía optar por alimentos que utilicen colorantes naturales, como la curcumina (extraída de la cúrcuma) o la clorofila. Estas opciones, explicó, no solo cumplen con estándares internacionales, sino que también presentan menos riesgos para la salud.
Profeco también instó a los consumidores a leer cuidadosamente las etiquetas de los productos procesados. La eritrosina puede identificarse como E-127 o FD&C Red No. 3, y aparece frecuentemente en alimentos dirigidos a niños y adolescentes.
Un precedente para futuras regulaciones
La eliminación del rojo 3 marcará uno de los primeros pasos de México hacia una regulación más estricta sobre aditivos sintéticos en alimentos, particularmente aquellos vinculados con riesgos potenciales a la salud. Con esta decisión, Cofepris busca alinear al país con estándares internacionales y reforzar el enfoque preventivo en materia de seguridad alimentaria.