FoodNewsLatam - La Semana de Yucatán en México conquista paladares con tradición, sabor y secretos de la cochinita pibil

La Semana de Yucatán en México conquista paladares con tradición, sabor y secretos de la cochinita pibil

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Los aromas intensos del achiote, la naranja agria y la hoja de plátano llenan el aire del Palacio de los Deportes, donde se celebra una nueva edición de la Semana de Yucatán en México, uno de los encuentros gastronómicos y culturales más esperados del año.

Miles de visitantes recorren los pasillos del recinto para descubrir, degustar y aprender sobre los sabores auténticos de una de las cocinas más emblemáticas del país: la yucateca.

Este evento, que se ha convertido en una vitrina del talento y la identidad del sureste mexicano, no solo ofrece productos tradicionales, sino también experiencias culinarias únicas. Una de las más concurridas fue la Master Class de cochinita pibil, a cargo del chef Adolfo Echeverría, del restaurante Casa Yucatán, quien compartió los secretos detrás del platillo insignia del estado.

“El secreto está en el respeto al tiempo y a la tradición”, señaló Echeverría ante un público que observaba atento cada paso de la preparación. “La cochinita auténtica se cocina en horno bajo tierra entre ocho y catorce horas, dependiendo del tamaño del lechón. Esa cocción lenta permite que la carne se impregne por completo del achiote y los jugos cítricos, logrando una textura suave y un sabor inconfundible”.

El chef también subrayó la importancia de elegir carne tierna de lechón, marinarla con naranja agria, pimienta negra y ajo, y envolverla cuidadosamente en hojas de plátano antes de llevarla al horno. “Nada supera la experiencia de comer cochinita con una tortilla recién hecha y aún caliente del comal”, añadió, provocando aplausos entre los asistentes.

Sabores y bebidas que definen una región

Además de la cochinita pibil, el evento celebra la diversidad gastronómica de Yucatán. Desde los salbutes y panuchos hasta los papadzules y el queso relleno, los visitantes pueden degustar una amplia gama de platillos típicos preparados por cocineros que viajaron especialmente desde Mérida, Valladolid y Ticul.

El chef Carlos Xavier, del restaurante Zamná, aportó un toque refrescante al menú con una propuesta original: un frappé de chile habanero con limón, una bebida que combina picor, acidez y dulzura. “El chile yucateco pica de verdad”, comentó con humor. “Por eso recomiendo mezclarlo con un jarabe de azúcar y mucho hielo para equilibrar los sabores. Es una bebida perfecta para acompañar cualquier antojito yucateco”.

Este tipo de innovaciones refuerzan el papel de la Semana de Yucatán como un espacio donde la tradición se encuentra con la creatividad. Los asistentes no solo prueban, sino que también aprenden sobre técnicas ancestrales, productos regionales y nuevas interpretaciones de recetas que forman parte del patrimonio culinario mexicano.

Más que un festival, una ventana al sureste mexicano

La feria —que se mantendrá abierta hasta el domingo 12 de octubre— reúne a más de 250 expositores, entre productores, artesanos y empresarios que representan lo mejor del estado. Además de la gastronomía, el público puede encontrar textiles, miel, chocolate artesanal, joyería en filigrana, hamacas, calzado y piezas talladas en piedra de Ticul.

Cada edición de la Semana de Yucatán refuerza el vínculo entre la capital del país y el sureste, acercando la cultura yucateca a miles de visitantes que buscan autenticidad. En un mismo espacio conviven los aromas de la cocina tradicional, los ritmos jarochos y la calidez de una comunidad orgullosa de sus raíces.

Entre sabores, música y color, la feria se consolida como un mercado vivo de identidad y tradición, un espacio donde cada platillo cuenta una historia y cada receta guarda el alma del Yucatán profundo.

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