El Instituto Nacional de Calidad (Inacal) ha dado un paso fundamental en la mejora de la calidad y seguridad alimentaria de las leguminosas en el Perú con la aprobación de la Norma Técnica Peruana “NTP 011.890:2024 Leguminosas y productos derivados.
Esta norma establece criterios específicos para asegurar que el frijol ñuña, también conocido como frijol reventón, cumpla con altos estándares de calidad, sanidad e inocuidad alimentaria, beneficiando tanto a productores como a consumidores.
El frijol ñuña es un alimento altamente nutritivo, rico en proteínas vegetales, fibra y minerales esenciales para la alimentación. Con el objetivo de garantizar su adecuada producción y comercialización, esta norma técnica exige que el producto mantenga un contenido máximo de humedad del 15% y que no contenga contaminantes en niveles que superen los límites establecidos por la autoridad competente. Entre estos contaminantes se incluyen metales pesados, residuos de plaguicidas y micotoxinas, sustancias que pueden representar un riesgo para la salud pública si no se controlan adecuadamente.
Además, la normativa también regula los envases destinados a la comercialización del frijol ñuña, asegurando que cumplan con estándares higiénicos, nutritivos, tecnológicos y sensoriales que protejan la calidad del producto y preserven su inocuidad. Esto garantiza que los consumidores reciban un producto seguro y en óptimas condiciones para su consumo.
Ampliación de Normas para Otras Leguminosas:
Ante la creciente demanda de leguminosas en la dieta peruana, el Inacal ha impulsado la aplicación de otras seis Normas Técnicas Peruanas y una Guía Peruana que establecen requisitos de calidad en la producción y comercialización de diversas variedades como habas, lentejas, arveja partida, garbanzos, frijol y pallar. Estas normativas buscan uniformizar los estándares de producción, beneficiando tanto a los consumidores como a los agricultores que dependen de estos cultivos como fuente de ingreso.
Entre los requisitos generales que se han establecido para garantizar la calidad de estos productos destacan la uniformidad en los lotes, el control de humedad y la estricta prohibición del uso de contaminantes peligrosos como metales pesados y residuos de plaguicidas. Asimismo, la implementación de buenas prácticas en los procesos de producción, cosecha, poscosecha, transporte y comercialización es clave para mantener la calidad y seguridad alimentaria de estos productos esenciales en la gastronomía peruana.
Beneficios para Productores y Consumidores:
La aplicación de estas normas técnicas representa una serie de beneficios significativos tanto para los consumidores como para los productores de leguminosas en el país. Para los consumidores, estas regulaciones aseguran que los productos alimenticios que llegan a sus mesas sean inocuos, seguros y de alta calidad, contribuyendo a una alimentación saludable y equilibrada.
Para los productores, la adopción de estos estándares mejora la competitividad de sus cultivos en el mercado nacional e internacional, al garantizar que cumplen con criterios de calidad reconocidos. Esto no solo fortalece la confianza de los consumidores peruanos en los productos locales, sino que también abre nuevas oportunidades de exportación, facilitando el acceso a mercados globales que demandan productos con certificaciones de calidad e inocuidad.
Las normas promovidas por el Inacal se alinean con prácticas internacionales de calidad y seguridad alimentaria, permitiendo que los productos peruanos sean más competitivos en mercados extranjeros. Esto es especialmente importante en un contexto en el que los consumidores a nivel mundial están cada vez más preocupados por la procedencia y calidad de los alimentos que consumen.
Un Compromiso con la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Económico:
El desarrollo y aplicación de estas normativas no solo responde a la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria en el país, sino que también impulsa el crecimiento económico de las comunidades productoras. La producción de leguminosas es una fuente importante de ingresos para muchas familias en diversas regiones del Perú, por lo que el cumplimiento de estándares de calidad puede mejorar significativamente su bienestar económico.
En este sentido, el Inacal continúa trabajando para fortalecer la calidad de los productos peruanos, promoviendo la implementación de normas técnicas que beneficien a toda la cadena de valor, desde los agricultores hasta los consumidores finales. Con estas iniciativas, se busca no solo mejorar la calidad de los alimentos disponibles en el mercado, sino también posicionar al Perú como un referente en la producción de leguminosas de alta calidad a nivel global.
La regulación y supervisión de estos productos es esencial para garantizar que los consumidores puedan acceder a alimentos saludables y seguros, al mismo tiempo que se fomenta el crecimiento de la industria agrícola en el país. Con la implementación de estas normas técnicas, el Perú refuerza su compromiso con la calidad y la seguridad alimentaria, asegurando que sus productos cumplan con los más altos estándares tanto a nivel nacional como internacional.