El inicio de junio trajo consigo nuevas variaciones en los precios de alimentos y bebidas en Bahía Blanca. Según el informe publicado hoy por el CREEBBA (Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca), durante la primera semana del mes, el rubro de alimentos y bebidas registró una variación positiva del 0,5 %, acumulando un incremento del 0,2 % en el mes.
El comportamiento de los precios refleja las dinámicas actuales de la industria alimentaria y, en particular, de las bebidas en Argentina, un sector que este mes muestra cambios significativos tanto en consumo como en precios.
De los 13 grupos de productos relevados, 8 mostraron aumentos, mientras que 5 experimentaron bajas. Esta combinación sugiere que los ajustes de precios siguen siendo selectivos y responden tanto a la oferta estacional como a la presión de costos en determinadas categorías.
Entre los productos que más contribuyeron a la suba general se destacan la leche, los productos lácteos y los huevos, que continúan con una tendencia alcista impulsada por mayores costos de producción y una demanda estable.
Sin embargo, un dato relevante del informe es el comportamiento de la industria de bebidas, que este mes marca una pauta importante en el consumo argentino. Las bebidas no alcohólicas ocuparon el segundo lugar entre los rubros con mayores incrementos, seguidas por las bebidas alcohólicas, que se posicionaron en tercer lugar.
En este contexto, los fabricantes de bebidas están enfrentando un escenario complejo: por un lado, el aumento de los costos de insumos clave como envases, logística y energía; por el otro, la necesidad de mantener precios competitivos en un mercado que sigue mostrando cautela en el consumo.
El repunte en el precio de las bebidas no alcohólicas refleja, en parte, el encarecimiento de aguas saborizadas, jugos y gaseosas, productos que han registrado una mayor demanda en el contexto de temperaturas inusualmente cálidas para la época en varias regiones del país. Por su parte, las bebidas alcohólicas también muestran subas en líneas como cervezas y destilados, aunque con una variabilidad que responde a dinámicas propias del canal de comercialización y promociones estacionales.
Comparando con la cuarta semana de mayo, se observaron incrementos destacados en alimentos básicos como la leche fresca (+13,4 %), el arroz (+11,5 %) y la manzana (+6,3 %), reflejando la presión inflacionaria en productos esenciales.
En contraste, algunos productos mostraron retrocesos en sus precios. Entre ellos, se destacan la naranja (-1,9 %), el té (-4,3 %) y el agua mineral (-5,3 %). Este último caso es particularmente interesante dentro de la industria de bebidas, ya que su baja sugiere ajustes de stock y estrategias de precios agresivas por parte de los fabricantes para dinamizar el consumo en el canal minorista.
En síntesis, la primera semana de junio confirma que el mercado de alimentos y bebidas en Argentina continúa en un proceso de ajuste fino, con subas concentradas en ciertos segmentos estratégicos, como las bebidas, que este mes vuelven a ocupar un rol protagonista en la evolución de precios y tendencias de consumo.