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BioDrying Tech: innovación chilena que transforma los residuos alimentarios en oportunidades sostenibles

Chile Bioseguridad

La startup chilena BioDrying Tech (BDT) está revolucionando el manejo de residuos alimentarios con una tecnología patentada de extracción y secado que combina cavitación, ultrasonido y aceleración de partículas. Su sistema, capaz de deshidratar materias primas vegetales o animales en minutos, busca reducir el desperdicio alimentario y ofrecer a las empresas del sector nuevas alternativas de valor agregado.

La compañía, fundada por Roberto Araos, ya inauguró su primera planta industrial en Brasil y se prepara para abrir un laboratorio de co-desarrollo destinado a crear productos junto a otras empresas de la industria.

Tecnología para un futuro sin desperdicio

El corazón de la innovación de BDT radica en su tecnología de secado a bajas temperaturas, que utiliza medios físicos no convencionales para transformar subproductos alimentarios en nuevos ingredientes. “Mediante cavitación, ultrasonido y aceleración de partículas logramos extraer y deshidratar compuestos de origen vegetal o animal, conservando sus propiedades funcionales y nutricionales”, explica Felipe Lavados, cofundador, CEO y director comercial de la empresa.

Entre las principales innovaciones desarrolladas se destacan la extracción VAD, que permite obtener compuestos activos mediante cavitación, y el secador BDT, capaz de reducir la humedad de una materia prima del 90% al 5% en apenas dos minutos. Todo el proceso se realiza en un ambiente natural, sin necesidad de aditivos químicos, y a baja temperatura, lo que preserva la integridad de bioingredientes sensibles como proteínas, antioxidantes o vitaminas.

El sistema también se distingue por su eficiencia energética. Según Lavados, los costos operativos de esta tecnología son diez veces menores que los del secado por aspersión (spray dry), el método estándar en la industria alimentaria. Esto no solo representa un ahorro considerable, sino que también reduce la huella de carbono y promueve un modelo de producción más sostenible.

De residuos a ingredientes funcionales

El impacto de esta tecnología va más allá del ahorro económico. Su aplicación permite dar una segunda vida útil a los residuos alimentarios, convirtiéndolos en insumos de alto valor nutricional. Un ejemplo ilustrativo es el de una empresa productora de jugo de naranja: con el sistema de BDT, las cáscaras que antes se desechaban pueden transformarse en polvo rico en fibra y antioxidantes, apto para ser utilizado en formulaciones de alimentos funcionales o suplementos naturales.

Este enfoque de upcycling alimentario —revalorizar subproductos industriales para crear nuevos alimentos— representa una de las tendencias más fuertes en el sector foodtech global. Con su tecnología, BDT no solo ayuda a reducir los desperdicios, sino que impulsa nuevos modelos de negocio circulares donde cada residuo puede convertirse en una fuente de ingresos.

Reconocimientos y expansión internacional

El impacto de BioDrying Tech no ha pasado desapercibido. En 2024, la startup fue ganadora del premio Avonni a la Innovación Chilena y en 2025 fue finalista en la categoría Foodtech de Startup del Año, distinciones que confirman su relevancia en el ecosistema de innovación latinoamericano.

Actualmente, la compañía está ejecutando alianzas estratégicas con empresas de Brasil, Chile y otros países, que evalúan la adaptación de esta tecnología a sus propias materias primas y subproductos. Su primera planta industrial, ya operativa en territorio brasileño, funciona como centro de validación para distintos sectores, desde la agroindustria y la pesca hasta la producción de alimentos procesados.

Laboratorio colaborativo y visión de futuro

Mirando hacia adelante, BDT avanza en la creación de un laboratorio industrial de co-desarrollo, concebido para colaborar con empresas que generen grandes volúmenes de residuos alimentarios. “Nuestra meta no es solo vender equipos, sino crear sinergias reales. Queremos que otras compañías puedan desarrollar productos junto a nosotros: ellos aportan la materia prima y nosotros la tecnología”, afirma Lavados.

Este modelo de cooperación refuerza la misión de BioDrying Tech de construir una economía circular en la industria alimentaria, donde la innovación tecnológica se traduzca en sostenibilidad, rentabilidad y reducción del impacto ambiental.

En un contexto global donde un tercio de los alimentos producidos termina desechado, iniciativas como la de BDT demuestran que la ciencia y la ingeniería pueden transformar el desperdicio en valor. La startup chilena no solo ofrece una solución técnica, sino una nueva visión para el futuro de la alimentación: un sistema más eficiente, sostenible y comprometido con el planeta.

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