Desde San Miguel de Allende, Guanajuato, Corner Stone Foods está revolucionando la industria alimentaria mexicana y llevando el sabor auténtico del país a nuevos horizontes.
Esta empresa, con más de 14 años de experiencia en la exportación de agroalimentos frescos, ha apostado en los últimos cuatro años por la innovación tecnológica, una decisión que ha rendido frutos con su reciente ingreso al exigente mercado japonés.
Gracias al respaldo de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior del Estado de Guanajuato (COFOCE), Corner Stone Foods participó en Foodex Japón 2025, una de las ferias más relevantes del continente asiático en alimentos y bebidas. Allí, presentó una línea de productos liofilizados como salsas rojas y verdes, puré de aguacate y guacamole, que captaron la atención de importadores japoneses y se tradujeron en su primer pedido formal, con envío programado para el 4 de julio.
La propuesta de Corner Stone Foods se centra en alimentos 100 % naturales, sin conservadores, que no requieren cadena de frío y tienen una vida de anaquel de hasta dos años. Todo esto es posible gracias a su proceso de liofilización, que reduce el peso del producto en un 90 % y conserva el 97 % de sus propiedades nutricionales y organolépticas. Este enfoque responde no solo a las necesidades logísticas y culturales del mercado japonés, sino también a las tendencias globales de consumo responsable, eficiencia y salud.
"Les sorprendió que ya no tienen que lidiar con un aguacate oscuro o duro. Solo agregan agua y en segundos tienen un producto fresco y delicioso", explicó Daniel Rojas Morales, gerente general de Corner Stone Foods. Su experiencia previa viviendo en Japón durante cuatro meses, gracias a una beca del gobierno estatal, le permitió entender a profundidad las expectativas del consumidor japonés y adaptar su oferta de forma precisa.
Pero el impacto de Corner Stone Foods va más allá de su entrada en Asia. La empresa ha demostrado que la innovación en el sector alimentario puede nacer desde lo local para transformarse en un modelo de exportación exitoso. Utiliza materias primas en su mayoría guanajuatenses, con algunos insumos provenientes de Jalisco y Michoacán, y genera empleo directo para entre 50 y 70 personas, además de personal freelance y trabajadores temporales en campo.
Su inversión en maquinaria especializada superó los 5 millones de pesos, lo que les ha permitido consolidar un portafolio de productos versátiles como frutas liofilizadas (incluyendo fresa de Irapuato para mermeladas y nieves), polvo de kale y otros ingredientes funcionales. Están listos para exportar hasta 4,000 bolsas de producto por contenedor, y mantienen paralelamente su operación agroalimentaria tradicional, con envíos semanales de productos frescos a Estados Unidos.
En el contexto latinoamericano, Corner Stone Foods representa un modelo de innovación agroindustrial que contribuye directamente a la sofisticación del sector alimentario. Su capacidad de adaptarse a mercados exigentes, incorporar tecnologías de conservación avanzadas y mantener un compromiso con la calidad y el origen local, la posiciona como un referente para otras empresas de la región.
Su participación en Foodex Japón no solo marcó el inicio de su relación comercial con el país asiático, sino que abrió nuevas oportunidades en Vietnam, Singapur y Malasia, consolidando a Corner Stone Foods como una empresa mexicana de clase mundial.
"Creemos firmemente que México tiene productos únicos que no ofrece ningún otro país. Si Estados Unidos endurece condiciones, debemos mirar a otras culturas. Japón, Corea y el sudeste asiático son mercados enormes, sofisticados y con gran respeto por los alimentos", afirmó Rojas.
Corner Stone Foods no sólo exporta productos, exporta una visión del futuro alimentario sustentado en la tradición, la ciencia y la practicidad. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo una empresa latinoamericana puede ser protagonista en la redefinición de la industria alimentaria global.