FoodNewsLatam - Biotecnología circular para transformar residuos en valor alimentario

Biotecnología circular para transformar residuos en valor alimentario

Chile Ingredientes

La alianza entre Carozzi Ventures y la startup chilena Frankles marca un hito para la biotecnología aplicada a la economía circular en Latinoamérica. A un año de la creación del área de Corporate Venture Capital de Carozzi —lanzada en octubre de 2024 para integrar innovación externa a sus desafíos productivos y, a la vez, dinamizar el ecosistema emprendedor— la compañía concretó su primera inversión estratégica tras evaluar más de 200 startups y ejecutar múltiples pilotos de validación.

Frankles, fundada en 2020 por Francisca Schäfer y Matías Henríquez, desarrolla una tecnología capaz de extraer ingredientes funcionales y naturales desde subproductos agroindustriales sin recurrir a solventes químicos artificiales. Su plataforma biotecnológica combina procesos enzimáticos optimizados y condiciones físico-químicas controladas para preservar moléculas sensibles, como polifenoles, carotenoides, terpenoides y otros compuestos bioactivos de alto valor. A nivel global, más de 190 millones de toneladas de residuos agroalimentarios se generan cada año, y solo una fracción mínima se aprovecha debido a la ausencia de tecnologías costo-eficientes y escalables para su recuperación. La propuesta de Frankles apunta precisamente a cerrar esta brecha industrial.

La inversión se concretó mediante una nota convertible liderada por el fondo Südlich, con la participación de Carozzi Ventures y Veterquimica. Los recursos permitirán escalar la tecnología desde su actual fase de validación en laboratorio hacia pilotos industriales, con miras a instalar una primera unidad modular de extracción durante 2026. Este avance posibilitará la producción continua de ingredientes naturales destinados a matrices alimentarias diversas, como snacks, bebidas funcionales, productos de panificación y alimentos infantiles. A mediano plazo, la plataforma podría habilitar nuevas líneas de negocio basadas en ingredientes limpios (“clean label”) y en la sustitución de aditivos sintéticos.

Durante la etapa previa a la inversión, ambas organizaciones realizaron pilotos de co-desarrollo que confirmaron la capacidad de la tecnología para recuperar antioxidantes de alta potencia presentes en subproductos como el orujo de oliva, una materia prima abundante en Chile y hoy subutilizada. Ensayos preliminares mostraron incrementos significativos en la concentración de hidroxitirosol y otros compuestos fenólicos, moléculas altamente valoradas por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos resultados abren la posibilidad de reducir o reemplazar antioxidantes y preservantes convencionales, como BHA y BHT, alineándose con la demanda global por ingredientes más naturales y transparentes.

Para Carozzi Ventures, esta inversión responde a una estrategia de innovación abierta que busca integrar soluciones sostenibles en etapas tempranas de desarrollo. “Estamos dando un tremendo paso al apoyar tecnología de punta creada en Chile, que aborda un desafío transversal y con potencial para redefinir la industria alimentaria del futuro”, señaló Gerardo Zañartu, gerente de Carozzi Ventures.

Desde Frankles, su CEO Francisca Schäfer valoró el respaldo industrial: “Contar con Carozzi en esta etapa es crucial. No solo por su liderazgo en la producción de alimentos, sino por el talento y la experiencia que aportan para avanzar hacia la validación a escala industrial”.

Con esta alianza, la industria alimentaria chilena se acerca a un nuevo estándar donde los residuos dejan de ser desecho para convertirse en una fuente estratégica de innovación y competitividad.

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