El mercado global de la alimentación saludable dejó de ser un nicho aspiracional para convertirse en un motor de alto impacto económico: hoy genera US$1,09 billones, impulsado por consumidores más informados y exigentes que valoran la composición nutricional tanto como el precio.
Esta transformación está obligando a grandes corporaciones, fabricantes y retailers a replantear portafolios, innovar en formulaciones y acelerar sus estrategias de reformulación para no perder relevancia en un escenario donde la salud y la transparencia pesan más que nunca.
En Colombia, la tendencia es particularmente visible. Según NielsenIQ, 77% de los consumidores exige etiquetas más claras y precisas, y cada vez es más común ver compradores analizando tablas nutricionales antes de tomar decisiones. La jerarquía de valor cambió: la ecuación ya no es precio por tamaño, sino precio por beneficio. Ingredientes, procesos, trazabilidad y fortificación comenzaron a definir la preferencia del comprador, presionando a la industria a responder con ciencia y tecnología.
Etiquetas inteligentes, atributos funcionales y productos accesibles
Andrea Estrada, industry insights manager de NIQ Colombia, advierte que la expansión de la alimentación saludable no puede desligarse del concepto de accesibilidad económica. En su análisis, el reto para los fabricantes no solo está en formular productos más saludables, sino en hacerlo sin encarecerlos:
“Es necesario equilibrar: generar un producto saludable y, al mismo tiempo, que sea asequible. Los consumidores valoran atributos específicos y el reto de la industria es entender cuáles y cómo comunicarlos en el empaque sin elevar costos”, explica.
Esta exigencia obliga a compañías y retailers a segmentar mejor a sus compradores, priorizar atributos funcionales —como reducción de azúcares añadidos, aumento de fibra, fortificación con vitaminas o uso de ingredientes naturales— y diseñar envases que destaquen de forma clara el diferencial nutricional.
Impuestos saludables y nuevos patrones de consumo
Si bien los sellos frontales buscan advertir sobre ingredientes poco recomendables, las métricas de NielsenIQ apuntan a que los impuestos saludables implementados en 2022 produjeron un efecto más contundente en la reducción del consumo de ciertas categorías.
A medida que el gravamen se hizo efectivo, los volúmenes de confitería y ultraprocesados comenzaron a caer, acelerando la migración hacia categorías con mejor perfil nutricional. El impuesto, según analistas, actuó como catalizador del cambio estructural que ya venía gestándose.
Industria alimentaria: innovación con ciencia y nutracéutica
La presión del consumidor está reconfigurando el corazón productivo del sector. Según Camilo Montes, director de la Cámara de la Industria de Alimentos de la ANDI, la manufactura colombiana ya opera con un enfoque de innovación científica:
“El consumidor colombiano está jalonando una transformación. Busca alimentos funcionales y con beneficios reales para su bienestar”, afirma.
De acuerdo con Montes, la industria está respondiendo mediante:
- Reformulaciones profundas para reducir sodio, azúcares y grasas saturadas.
- Uso de inteligencia artificial para analizar hábitos de compra y optimizar desarrollos.
- Crecimiento de la nutracéutica, uno de los motores más dinámicos de innovación.
- Ingredientes bioactivos y soluciones específicas para salud digestiva, inmunidad o mayor aporte proteico.
- Fortificación nutricional para ampliar la oferta de productos saludables sin elevar significativamente los costos.
- Tecnología, trazabilidad y biodiversidad como ventajas competitivas
El directivo destaca que la modernización tecnológica —desde el uso de ingredientes derivados de la biodiversidad colombiana hasta sistemas avanzados de trazabilidad— está elevando los estándares de calidad e inocuidad de toda la cadena. La combinación de sensorización, analítica de datos y control automatizado permite a los fabricantes garantizar consistencia en un mercado donde la confianza del consumidor es decisiva.
Con una población que vive más años y tiene acceso a información ilimitada, la demanda por opciones saludables continuará creciendo. El desafío para la industria será mantenerse a la altura de esta nueva dinámica con innovación, transparencia y precios responsables, factores que marcarán la competitividad del sector en los próximos años.