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México acelera su industria procesadora con tecnología y exportaciones

México Procesos / Envases

La industria de procesamiento de alimentos en México atraviesa una fase de expansión acelerada, impulsada por una sólida base agrícola, el crecimiento sostenido de la clase media y un ecosistema manufacturero altamente orientado a la exportación.

De acuerdo con estimaciones de Renub Research, el mercado pasará de US$ 3.160 millones en 2024 a US$ 5.757 millones en 2033, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de 6,89% entre 2025 y 2033. Esta evolución confirma la transición del país desde un productor tradicional hacia un hub regional de procesamiento alimentario con fuerte contenido tecnológico.

El sector mexicano es amplio y diversificado: abarca carnes, lácteos, panificación, bebidas, frutas, verduras, pescados y mariscos, entre otros segmentos. Está respaldado por grandes grupos nacionales como Grupo Bimbo, Gruma, Sigma Alimentos y Grupo Lala, junto con multinacionales como Nestlé, además de proveedores globales de tecnología y equipamiento como GEA Group, Marel, Bühler, JBT, Alfa Laval y Krones. Estas compañías están invirtiendo de forma sostenida en automatización, digitalización y eficiencia energética para responder tanto al mercado interno como a la demanda internacional.

México se beneficia de una combinación estratégica difícil de replicar en la región: abundancia de materias primas agrícolas —maíz, trigo, caña de azúcar, frutas, hortalizas, carne y leche—, cercanía geográfica con Estados Unidos y una extensa red de tratados comerciales. Acuerdos como el T-MEC (USMCA), el CPTPP y el Tratado México–Unión Europea facilitan el acceso preferencial a mercados clave, reducen barreras arancelarias y fortalecen la competitividad exportadora del país.

En términos de consumo, el crecimiento de la clase media, la urbanización y los cambios en el estilo de vida están redefiniendo la demanda. Los hogares urbanos y de doble ingreso impulsan categorías como comidas listas para consumir, alimentos congelados, snacks horneados, bebidas funcionales y lácteos de conveniencia. Al mismo tiempo, los consumidores más jóvenes muestran una clara preferencia por productos plant-based, bajos en azúcar, orgánicos y con etiquetado limpio, lo que obliga a los fabricantes a reformular portafolios y desarrollar productos con mayor valor agregado nutricional.

Desde el punto de vista tecnológico, la modernización de las plantas es uno de los motores centrales del crecimiento. Cada vez más procesadores incorporan líneas automatizadas, sistemas de visión artificial, controles de calidad basados en inteligencia artificial, monitoreo en tiempo real y soluciones avanzadas de extrusión y tratamiento térmico. Estas tecnologías permiten reducir desperdicios, mejorar la consistencia del producto, aumentar la trazabilidad y cumplir con estándares internacionales de inocuidad alimentaria.

Sin embargo, el sector también enfrenta desafíos estructurales. Persisten limitaciones en infraestructura de cadena de frío, transporte y almacenamiento, especialmente en zonas rurales, lo que impacta en costos operativos y pérdidas de producto. A ello se suman los costos de cumplimiento regulatorio ante organismos como COFEPRIS, SEMARNAT y SAGARPA, que si bien elevan los estándares de calidad, representan una carga significativa para pequeñas y medianas empresas.

A nivel regional, el norte de México destaca por su cercanía con Estados Unidos y su fortaleza en carnes, lácteos y bebidas; el centro concentra los mayores clústeres industriales en panificación, confitería y procesamiento cárnico; mientras que el sur emerge con propuestas de valor basadas en cacao, frutas tropicales, alimentos tradicionales y productos orgánicos con identidad cultural.

Con una proyección cercana a los US$ 5.800 millones hacia 2033, la industria mexicana de procesamiento de alimentos se consolida como una de las más dinámicas de América Latina. Las empresas que logren combinar tecnología, eficiencia operativa, cumplimiento regulatorio e innovación orientada al consumidor liderarán la próxima etapa de crecimiento del sector.

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