El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) activó una medida sanitaria urgente tras confirmar la circulación de leche en polvo falsificada en el mercado colombiano, un hecho que genera preocupación tanto por sus implicaciones en salud pública como por su impacto en la confianza del consumidor y la cadena formal de alimentos.
La alerta se concentra en un producto comercializado bajo la marca Proleche, cuya identidad está siendo replicada de forma ilegal. Según el Invima, se trata de un alimento que no cuenta con controles de calidad, trazabilidad ni respaldo sanitario, lo que lo convierte en un riesgo potencial para la población, especialmente para niños y adultos mayores, principales consumidores de leche en polvo.
Origen de la investigación y validación técnica
La investigación se inició tras una denuncia formal de la empresa titular de la marca, que detectó empaques irregulares en diferentes canales de comercialización. A partir de esta alerta, el Invima desplegó acciones de inspección, vigilancia y control en puntos de venta, bodegas y cadenas de distribución.
Alexander Díaz, coordinador de Vigilancia Epidemiológica de Alimentos y Bebidas del Invima, confirmó que los análisis técnicos y comparativos evidenciaron que el producto en cuestión no cumple con los estándares de fabricación ni con las especificaciones técnicas del productor original. Esto incluye diferencias en formulación declarada, rotulado, impresión y uso indebido de registros sanitarios.
Desde el punto de vista científico y regulatorio, la falsificación de alimentos representa una grave violación a las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), ya que se desconoce el origen de las materias primas, los procesos de secado y envasado, así como las condiciones microbiológicas del producto.
Claves para identificar el producto fraudulento
El Invima difundió una serie de criterios técnicos y visuales que permiten diferenciar la leche falsificada del producto legítimo. Entre las principales irregularidades se destacan:
- Uso del término “adicionada” en la descripción del producto, cuando el empaque original utiliza la palabra “fortificada”, que responde a una formulación nutricional específica.
- Deficiencias visibles en el diseño gráfico, calidad de impresión y tipografía del empaque.
- Inconsistencias en las fechas de vencimiento y en los códigos de lote, elementos clave para la trazabilidad.
- Uso fraudulento del Registro Sanitario RSIAA02M09591, el cual no se encuentra vigente, ya que fue reclasificado por la autoridad sanitaria en 2021.
Lotes identificados y alcance comercial
La falsificación corresponde a la leche en polvo entera Proleche en presentación de bolsa de 380 gramos. Hasta el momento, el Invima ha identificado dos lotes específicos que deben evitarse:
Lote CE096E18, con fecha de vencimiento 30 de mayo de 2026.
Lote CE09GE18, con fecha de vencimiento 11 de junio de 2026.
Aunque no se ha cuantificado el volumen total distribuido, fuentes del sector señalan que este tipo de producto suele ingresar a canales informales y comercios de bajo control, afectando la competencia leal y generando distorsiones de precio en el mercado.
Riesgos sanitarios y llamado a la industria
Desde una perspectiva de salud pública, el consumo de alimentos falsificados implica riesgos microbiológicos, químicos y nutricionales, ya que no existen garantías sobre su inocuidad ni sobre el contenido real de proteínas, calcio u otros micronutrientes esenciales.
El Invima reiteró que los consumidores deben suspender inmediatamente el consumo si identifican productos con las características señaladas. Asimismo, hizo un llamado a comerciantes, distribuidores y compradores institucionales a reforzar la verificación de proveedores, adquirir productos únicamente en canales formales y reportar cualquier irregularidad.
Este caso vuelve a poner en evidencia la importancia de la vigilancia sanitaria, la trazabilidad y la corresponsabilidad de toda la cadena alimentaria para proteger al consumidor y preservar la integridad del mercado de alimentos en Colombia.