Durante años, se creyó que la caída del cabello dependía casi exclusivamente de la genética, las hormonas o el estrés. Sin embargo, una nueva revisión científica sugiere que el consumo habitual de alcohol podría desempeñar un papel más relevante de lo que se pensaba en la pérdida capilar.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oporto (Portugal) analizó 17 estudios internacionales que involucraron a más de 60.000 personas y encontró una asociación clara entre el consumo frecuente de bebidas alcohólicas —incluida la cerveza— y una mayor incidencia de debilitamiento capilar. Según los resultados, quienes bebían con regularidad presentaban menor densidad y brillo del cabello, además de un mayor riesgo de desarrollar alopecia, en comparación con los individuos que mantenían una alimentación equilibrada y limitaban su ingesta de alcohol o de bebidas azucaradas.
Qué reveló la investigación
Los científicos destacaron que el abuso de alcohol puede interferir en la absorción de vitaminas y minerales esenciales para la salud del folículo piloso. En particular, los niveles adecuados de vitamina D y hierro resultan fundamentales para prevenir la caída, mientras que un exceso de vitamina A —presente en alimentos como el queso, los huevos o el pescado azul— puede tener el efecto contrario si se consume en grandes cantidades durante largos periodos.
El equipo también subrayó la importancia de una dieta rica en verduras de hoja verde como el brócoli, la espinaca o la col rizada, por su alto contenido de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que ayudan a fortalecer los folículos capilares y reducir la inflamación del cuero cabelludo.
Otros factores que favorecen la pérdida capilar
El alcohol, sin embargo, no es el único enemigo del cabello. Los expertos señalan que ciertos hábitos cotidianos también pueden contribuir a su debilitamiento. El Dr. Wajid Ali Anwar, especialista en trasplantes capilares del Reino Unido, advierte que las duchas excesivamente calientes pueden resecar la piel y alterar la barrera natural del cuero cabelludo, provocando una caída repentina.
Por su parte, la estilista británica Rachel Valentine alertó sobre la llamada “alopecia por tracción”, una forma de pérdida del cabello causada por peinados demasiado tirantes —como moños o colas de caballo ajustadas— que ejercen tensión constante sobre las raíces capilares. Este tipo de alopecia, advierte, puede volverse irreversible si se mantiene el hábito durante años.
Un enfoque integral para la salud capilar
En conjunto, los hallazgos refuerzan la idea de que la salud del cabello no depende solo de factores genéticos, sino también del estilo de vida, la alimentación y los hábitos diarios. Los especialistas recomiendan moderar el consumo de alcohol, mantener una dieta balanceada y cuidar la hidratación del cuero cabelludo como estrategias clave para conservar una melena fuerte y saludable.



