Los últimos datos comerciales y estadísticas oficiales confirman que países como Perú y Uruguay están fortaleciendo su papel como exportadores competitivos de alimentos y bebidas, impulsados por calidad de producto, adopción de estándares internacionales y estrategias enfocadas en mercados exigentes, especialmente Estados Unidos, China y la Unión Europea.
En Perú, el sector agroexportador continúa siendo un motor de crecimiento económico. Entre enero y agosto de 2025, las exportaciones agrícolas alcanzaron más de US$ 8.13 mil millones, lo que representa un incremento interanual del 19.6 %, impulsado tanto por productos tradicionales como café y caña de azúcar, como por productos de alto valor agregado, incluyendo aguacates, uvas y arándanos. Estos últimos destacan con participaciones significativas en el valor total exportado: los aguacates generaron alrededor de US$ 1.24 mil millones, mientras que los arándanos aportaron US$ 647 millones al mercado internacional.
De forma complementaria, proyecciones oficiales señalan que Perú podría superar a Chile como el principal exportador de frutas de Sudamérica, alcanzando exportaciones estimadas en más de US$ 10 mil millones frente a los US$ 9.98 mil millones proyectados para Chile.
Esta tendencia incide también en la diversificación de productos con potencial exportador: según Analistas de ADEX, 115 de los 593 productos de alimentos y bebidas peruanos tienen alto potencial para entrar en nuevos mercados, incluyendo frijoles, pallares y cacao en pasta.
Un elemento estratégico para el éxito peruano ha sido la integración de normativas fitosanitarias alineadas con estándares internacionales y el desarrollo de sistemas de trazabilidad que dan confianza a compradores exigentes. Esto ha sido clave para acceder con éxito a segmentos premium, donde la diferenciación por origen y calidad es un factor competitivo clave. Asimismo, exportaciones peruanas hacia los Estados Unidos han mantenido su crecimiento, totalizando cifras significativas en los últimos años bajo el marco del acuerdo comercial bilateral.
En Uruguay, aunque el panorama exportador ha enfrentado altibajos —con cifras de exportaciones de bienes mostrando una ligera caída en febrero de 2025— el sector agroindustrial y de alimentos mantiene dinamismo y vínculos sólidos con mercados globales.
Las exportaciones de productos alimentarios como carne bovina, soja y concentrados de bebidas aumentaron y representaron cerca de US$ 1.175 millones, con la carne bovina liderando los envíos externos con un crecimiento interanual cercano al 49 %.
China, Estados Unidos y la Unión Europea siguen siendo destinos clave para los productos uruguayos, mostrando cómo la apertura a mercados internacionales y las alianzas comerciales contribuyen a la competitividad regional.
El desarrollo de iniciativas de cooperación público-privada, como rondas de negocios y ferias internacionales, continúa siendo fundamental para articular oferta exportable con demanda global. En Uruguay, decenas de empresas del sector alimentario han participado en encuentros con compradores estratégicos de América del Norte y del Sur, lo que ha dado lugar a cientos de reuniones B2B y ha generado oportunidades comerciales con distribuidores y cadenas de retail importantes.
Este enfoque colaborativo ayuda a fortalecer la percepción global de la oferta latinoamericana, posicionando productos con identidad regional y valor agregado más allá de los commodities básicos. La especialización en nichos con valor agregado —como frutas frescas, procesados selectos y productos certificados bajo estándares de inocuidad— coloca a la región en una dinámica exportadora más sofisticada, respondiendo a las exigencias de calidad, sostenibilidad y trazabilidad que demandan los mercados más exigentes.



