FoodNewsLatam - Consumidor latinoamericano 2025: salud, cautela y vida digital

Consumidor latinoamericano 2025: salud, cautela y vida digital

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El consumidor latinoamericano ingresa en 2025 con un perfil más reflexivo, hiperconectado y crecientemente enfocado en su bienestar integral. Así lo revela el informe Consumer Pulse Latam 2025, elaborado por Bain & Company a partir de más de 5.700 encuestas en Argentina, México, Colombia, Chile y Perú.

El estudio ofrece una radiografía precisa de cómo las personas distribuyen su tiempo y su dinero, cómo enfrentan la presión inflacionaria y de qué manera la tecnología —incluida la inteligencia artificial— redefine hábitos de consumo y decisiones cotidianas.

La principal conclusión del reporte es la consolidación de lo que Bain denomina el “consumidor equilibrado”: un perfil que combina cautela financiera, una búsqueda activa de salud física y mental, y un uso intensivo pero cada vez más crítico de las herramientas digitales. Este comportamiento no implica retraimiento, sino una redefinición del consumo en un contexto de precios volátiles, mayor acceso a información y cambios culturales profundos.

Desde el punto de vista macro, el informe destaca un dato relevante para las estrategias de largo plazo: pese a las tensiones económicas, el optimismo persiste. En promedio regional, el 50% de los encuestados cree que su país estará en una mejor situación dentro de cinco años. Argentina (58%) y México (52%) lideran esta percepción positiva, seguidos por Colombia y Perú, mientras que incluso en Chile más del 40% espera una mejora.

En el corto plazo, sin embargo, el ajuste es evidente. El 90% de los consumidores percibe aumentos de precios y el 84% identifica a los alimentos como la categoría más afectada, por encima del transporte, la indumentaria y los servicios. Siete de cada diez personas ya redujeron gastos y un 13% adicional planea hacerlo. La diferencia frente a años anteriores es cualitativa: el recorte es más selectivo y estratégico. Se reducen volúmenes, se sustituyen marcas premium por opciones más económicas y se priorizan canales como mayoristas y tiendas de descuento, sin abandonar por completo el consumo.

La salud emerge como el segundo gran eje de preocupación (39%), solo detrás de las finanzas personales. Un dato clave para la industria es que el 42% de los encuestados no planea recortar su gasto en salud, incluso en los segmentos de menores ingresos. Los principales objetivos declarados son perder peso, dormir mejor y mejorar la condición física, lo que ya impacta en patrones alimentarios: crece el consumo de proteínas y disminuye la ingesta de azúcar, grasas, sal y productos de origen animal.

Desde una perspectiva científica y comercial, el informe subraya el impacto incipiente pero significativo de los medicamentos reguladores del apetito, como los GLP-1. En México, Colombia y Perú, cerca del 6% de los consumidores afirma haberlos utilizado. Aunque son tratamientos de alto costo y acceso limitado, ya generan efectos persistentes: porciones más pequeñas, elecciones más saludables, mayor actividad física y menor consumo de alcohol. Para la industria, esto abre oportunidades en alimentos funcionales, suplementos, servicios de nutrición y plataformas digitales de seguimiento.

La región continúa siendo una de las más conectadas del mundo: los latinoamericanos pasan en promedio 8 horas y 23 minutos diarios en internet, más de una hora por encima del promedio global. No obstante, el 30% declara querer reducir su tiempo en redes sociales y plataformas digitales, citando distracción y efectos negativos sobre el bienestar. En paralelo, el uso de inteligencia artificial alcanza al 54% de los consumidores, mientras crecen fenómenos como las apuestas digitales, con implicancias directas sobre el gasto en bienes esenciales.

Para las empresas, el mensaje es claro: el consumidor 2025 exige propuestas flexibles, basadas en valor tangible, salud, eficiencia y transparencia. En un entorno donde las estrategias se revisan cada trimestre, entender estos matices ya no es opcional, sino una condición para competir.

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