La seguridad alimentaria se ha consolidado como uno de los retos estructurales más apremiantes para Colombia, un país que busca equilibrar crecimiento económico, desarrollo rural y bienestar social.
De acuerdo con las últimas estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cerca de 14,4 millones de colombianos —el 25,5% de la población— viven en condiciones de inseguridad alimentaria moderada o severa, una cifra que ubica al país por encima del promedio regional. Más de 7,8 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria aguda, lo que implica que su acceso diario a alimentos seguros, nutritivos y suficientes es inestable o está seriamente comprometido.
El deterioro del panorama se hace aún más evidente en el ámbito rural. Allí, la inseguridad alimentaria alcanza el 34,2%, con brechas estructurales vinculadas al limitado acceso a servicios básicos, baja productividad agrícola, informalidad laboral y escasa infraestructura de transporte. Departamentos como La Guajira, Sucre y Córdoba reportan niveles críticos en los que hasta la mitad de sus habitantes sufren algún grado de inseguridad alimentaria. Estas cifras no solo revelan la persistente desigualdad regional, sino también la urgencia de revisar los modelos de producción y distribución que definen la oferta alimentaria del país.
En este contexto, la revista CAMBIO convocará el foro “Nutrición y futuro: ¿cómo se alimenta Colombia?”, un espacio que busca articular discusiones técnicas, científicas y sectoriales para enfrentar uno de los debates más determinantes de la próxima década: cómo garantizar que los colombianos accedan a alimentos de calidad en un entorno de inflación persistente, cambio climático y transformación productiva.
El encuentro reunirá a representantes del Gobierno Nacional, gremios agroindustriales, organizaciones del sector lácteo, arrocero y cárnico, así como a investigadores especializados en salud pública y nutrición. Los paneles analizarán temas clave como el fortalecimiento del control de calidad y la trazabilidad, la modernización de los sistemas de producción, el impacto del etiquetado frontal en los hábitos de consumo, y los avances en regulación para la reducción de sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas en productos procesados.
Asimismo, se discutirán las tendencias globales que están redefiniendo la industria alimentaria: agricultura climáticamente inteligente, biofortificación de cultivos básicos, innovación en proteínas alternativas, expansión de cadenas cortas de abastecimiento y digitalización de procesos para mejorar eficiencia y minimizar pérdidas poscosecha. Expertos en economía alimentaria, por su parte, abordarán el peso que tienen los costos logísticos, la volatilidad del dólar y los cambios regulatorios en la formación de precios para los hogares más vulnerables.
El foro aspira a convertirse en un escenario de referencia para impulsar recomendaciones de política pública que promuevan un sistema alimentario sólido, sostenible y equitativo, orientado no solo a combatir el hambre sino también a mejorar los indicadores de nutrición, salud y productividad del país. La conversación se inscribe en un momento decisivo, en el que Colombia evalúa la actualización de su Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y define estrategias de largo plazo para enfrentar los impactos del clima, la ruralidad históricamente marginada y la presión sobre la oferta agrícola.
El evento se llevará a cabo el 21 de noviembre, desde las 8:00 a.m., en el Hotel Residence Inn by Marriott Bogotá, ubicado en la Calle 90 # 16-30, y será un punto de encuentro imprescindible para quienes buscan comprender hacia dónde se dirige el futuro alimentario del país.



